Europa, asfixiada por el fuego y la ola de calor: devastadores incendios en Francia y máximas históricas en Reino Unido

Europa se asfixia. Los incendios devastan el sur del continente, con especial voracidad en España, Francia y Portugal; mientras prácticamente no hay país que escape a la ola de colar, que ha dejado este martes máximas históricas en Reino Unido. Se trata de un fenómeno global que se convertirá en "habitual" al menos "hasta 2060", de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

"La mayor frecuencia de estas negativas tendencias continuará al menos hasta 2060, independientemente del éxito o no a la hora de mitigar el cambio climático", ha subrayado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, que ha señalado que las olas de calor se están volviendo "más comunes a causa del cambio climático". 

Las perspectivas no son buenas, pero no hace falta esperar para constatar los estragos de estos fenómenos. París y Londres han sufrido este martes picos de altas temperaturas, con los termómetros subiendo ya en Alemania, mientras el Gobierno de España, donde remite la ola de calor, ha confirmado que los incendios alimentados por las altas temperaturas han arrasado más de 70.000 hectáreas en lo que va de año.  

Reino Unido registra su temperatura más alta

El Reino Unido ha superado este martes por primera vez los 40 grados centígrados, en lo que es hasta ahora la jornada más calurosa jamás registrada, según datos provisionales de la Oficina de Meteorología británica (Met, en inglés). Lo ha hecho en una jornada en la que los británicos han abarrotado las playas en un intento por refrescarse, con lo que han dejado una estampa más propia del levante español.

En concreto, el termómetro ha marcado los 40,2 grados en el aeropuerto de Heathrow, al oeste de Londres, después de que la localidad de Charlwood, en el oeste de la capital, registrara el martes por la mañana 39,1. Sin embargo, el calor dará un respiro a los británicos este miércoles, cuando el Reino Unido no superará los 27.

Esta ola de calor excepcional ha provocado cancelaciones en varios servicios ferroviarios, sobre todo entre Londres y el norte de Inglaterra. Además, en el caso de la capital británica, Transport for London (TfL), que opera la red del transporte de la ciudad, pidió a los ciudadanos que no viajaran, a menos que fuera esencial, ya que podían producirse retrasos y suspensiones en los trenes del metro.

Además, se han declarado varios fuegos en viviendas de la localidad de Wennington, situada al este de Londres, que un centenar de bomberos han tratado de sofocar. Otros 175 han peleado contra las llamas en Upminster, en la misma zona, donde el humo ha alcanzado una de las arterias viarias, la M25, y otros 85 se han desplazado a Croydon, en el sur de la capital.

Ya el lunes, el aeropuerto británico de Luton, al norte de Londres, se vio obligado a suspender temporalmente los vuelos, tanto de salida como de llegada, por los desperfectos causados sobre una parte de la pista a causa de las altas temperaturas.

Italia y 'Apocalipsis'

Italia también arde debido a la ola de calor que afecta prácticamente a todo el continente y que en el país transalpino han bautizado como 'Apocalipsis'. Allí está dejando máximas de hasta 42 grados en el centro y norte del territorio nacional, donde los incendios se propagan por la falta de lluvias y la peor sequía en décadas.

El mercurio ha vuelto a dispararse este martes y, de acuerdo con las predicciones, seguirá subiendo debido a las masas de aire caliente llegadas directamente desde el desierto del Sáhara. Ni siquiera las cuotas más altas escapan a esta ola, pues ni siquiera en los Alpes italianos las temperaturas bajan de los cero grados. 

De los quince fuegos que actualmente asolan Italia, uno de los más graves se encuentra en la Toscana, donde las autoridades se vieron obligadas a intervenir por aire en quince casos, debido a sus dimensiones, según confirmó la Protección Civil. No obstante, la región más afectada es Campania, donde han sido necesarias cuatro intervenciones.

Francia, castigada por los incendios

Las llamas continúan asfixiando Francia, donde han sido evacuadas más de 39.000 personas con carácter preventivo desde que el martes de la semana pasada se declararon dos fuegos al sur de Burdeos, que han quemado al menos 19.300 hectáreas de bosque de pinos.  

El fuego en el departamento de Gironde, donde se encuentra Burdeos, ha obligado este martes por la tarde a desalojar a unas 2.000 personas en la localidad de Saint Symphorien, incluidos 80 ancianos de una residencia. Además, en la Teste de Buch, un incendio sigue "muy, muy activo", pero los bomberos han conseguido controlarlo e impedir que progresara, según ha señalado en una rueda de prensa la prefecta del departamento, Fabienne Buccio.

La negativa evolución de estos incendios se debe, en parte, a las altas temperaturas que están asfixiando Francia, donde París ha marcado este martes unos sofocantes 41 grados. Las previsiones confían en este sea pico de la actual ola de calor que mantiene a la capital gala, y a la mayor parte del país, en alerta naranja, con ciudades como Lille, Metz, Estrasburgo y Lyon especialmente afectadas.

Grecia, pasto de las llamas

El fuego ha comenzado a hacer estragos también en Grecia, donde un gran incendio forestal se ha declarado en la tarde de este martes en la ladera del monte Penteli, al noreste de Atenas, y ante el avance rápido de las llamas han tenido que ser evacuados cuatro pueblos. 

La temporada de incendios en Grecia comenzó hacia finales de mayo, antes de lo habitual, pero por ahora no se han producido todavía grandes devastaciones como las ocurridas hace ahora un año, cuando la mayor ola de calor vivida en décadas propició numerosos incendios en buena parte del país, también en la zona donde se están viviendo este martes, el norte de la región capitalina de Atica. 

Alemania, máximas por encima de 40 grados

El calor ha llegado también hasta Alemania, con temperaturas de hasta 40 grados en el oeste y el sur e incluso en algunos puntos del este, como la propia capital, Berlín, donde lo peor se espera este miércoles. Hasta ahora, la máxima registrada en territorio germano son los 41,2 alcanzados en julio de 2019 en el núcleo urbano de Duisburg, en Renania-Westfalia.