Nacional

Perfil

María Jesús Montero, la experta negociadora que se convierte en puntal del Gobierno y del PSOE

Ilustración de María Jesús Montero
Carlos Gámez

María Jesús Montero, ministra de Hacienda desde hace cuatro años, se convertirá a partir de este sábado en todopoderosa número dos del PSOE, en sustitución de Adriana Lastra. La que se ha definido como uno de los pesos pesados del Gobierno por su experiencia negociadora se ha ganado la confianza de Pedro Sánchez para pilotar los designios del partido de cara a la última fase de la legislatura y afrontar el gran ciclo electoral que se avecina en 2023.

Así, Montero iniciará el curso político el próximo septiembre con dos tareas más que arduas: por un lado, preparar al PSOE para un periodo decisivo en el que todas las encuestas -también el CIS- le sitúan por detrás del PP y afrontar la negociación de los que pueden ser los últimos Presupuestos Generales del Estado (PGE) de esta legislatura. Una labor esta última siempre difícil al no contar el Gobierno con la mayoría parlamentaria suficiente para aprobarlos en solitario y que, por ello, siempre requiere de tiras y aflojas con los socios habituales del Ejecutivo, lo que deriva en tensiones que requieren de la pericia de Montero para intentar cuadrar las cuentas públicas.

Médica de profesión, María Jesús Montero (Sevilla, 1966) se afilió al PSOE en 2007, años después de dar el salto a la política. Su habilidad negociadora es lo que llevó a Sánchez a confiar en ella para asignarle la cartera de Hacienda tras la moción de censura de 2018. Ya había sacado adelante difíciles acuerdos en la Junta de Andalucía, en el Gobierno de Susana Díaz, y antes había sido consejera de Salud con Manuel Chaves y José Antonio Griñán. En total, estuvo 14 años en primera línea política en Andalucía.

Quienes se han sentado con ella a negociar coinciden en destacar su trabajo minucioso y capacidad de diálogo. Mérito suyo fue el sacar adelante la parte económica del acuerdo de Gobierno con Unidas Podemos y el haber consensuado dentro y fuera de la coalición dos Presupuestos Generales del Estado.

Montero fue la primera portavoz del Ejecutivo de coalición y en la remodelación de hace un año Sánchez la sustituyó por otra mujer de partido, la castellano-manchega Isabel Rodríguez. Parecía que había perdido enteros para el presidente, pero la propuesta de nombramiento como número dos del PSOE la vuelve a situar en primera línea. Y es que el secretario general de los socialistas confía en ella para dirigir de facto el partido, una tarea a la que él no puede dedicarse todo el tiempo que haría falta por su cargo al frente del Gobierno.

Montero ha dejado anécdotas por su naturalidad a la hora de hablar con la prensa y dirigirse a sus compañeros del Gobierno. Una de ellas fue la que grabaron las cámaras durante su discusión, en una sala aledaña al hemiciclo del Congreso, con el entonces líder de Podemos y vicepresidente primero del Ejecutivo, Pablo Iglesias, a quien la ministra le pedía que no fuera "cabezón", en un contexto de tensión entre los dos partidos de la coalición por cuestiones como la subida del salario mínimo.

Este es un ejemplo también de la espontaneidad de la que hace gala la ministra, que ante los micrófonos de los medios no duda en recurrir a un lenguaje llano para explicar cómo cuadrar unas cuentas públicas. "Pasarse en un presupuesto es fácil, no tiene problemas. Lo he dicho siempre, chiqui, son 1.200 millones, eso es poco. Eso quitas o pones una parte del presupuesto", dijo una vez en declaraciones a la prensa cuando era consejera de Hacienda de Andalucía.

En los últimos años, Montero también es considerada como uno de los 'pegamentos' de la coalición precisamente por sus dotes de negociación entre los dos partidos. Significativo fue, por ejemplo, el fuerte abrazo que se dio con la vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, tras la agónica votación de la reforma laboral, el pasado mes de febrero. 

loading...