Borja Terán Periodista
OPINIÓN

El peligro de la pérdida de naturalidad del podcast

Radio micrófono
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FLICKR/DANY RIVERA - Archivo
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El triunfo del podcast es fruto de la palabra libertad. Pero no la libertad que resuena tanto en los medios de comunicación como comodín para justificar cualquier salida de tono. No, eso no suele ser libertad. Más bien, egoísmo social. 

Y, entre tantas palabras desvirtuadas, los medios de comunicación también han ido dejando de asumir determinados riesgos creativos. Los programas necesitan cuadrar unos tiempos de duración, claro, pero también pretenden buscar una audiencia transversal y van interiorizando lo que funciona y lo que no. Lo que es popular, y lo que es minoritario. Entonces, de repente, se ha ido quedando media sociedad por el camino. 

Mientras tanto, en el off mediático, la tecnología ha ido permitiendo que surjan plataformas de creación libres. Libres en creatividad, no en canibalismo. Así el podcast ha permitido programas sin ataduras y sin prejuicios absurdos que defendían que había temas que eran "cosas de mujeres" o "cosas de maricas". Como si no todos fuéramos parte intrínseca de la sociedad. 

De esta forma, los podcast han llegado a un público, gran público, que se sentía huérfano de historias que hablaran el lenguaje de su tiempo sin las prisas y los miedos de los medios de comunicación de siempre. Y el podcast se ha ido expandiendo, creciendo hasta hacerse grande. Tan grande que, por momentos, da la sensación que todo el mundo tiene un podcast. Maravilloso, porque eso define que existe una sociedad emprendedora y que quiere crear. Aunque no sea fácil, hay que intentar que las historias que crees que pueden enriquecer no se queden sólo en una aspiración. Los medios técnicos de hoy permiten intentar dar forma a las ideas. Incluso probar, equivocarnos y, así, seguir creciendo.

El podcast ha sido una de los nuevos formatos que ha ido removiendo el sector de los medios de comunicación. Pero su explosión conlleva que cada vez sea más complicado a los nuevos visibilizar estos espacios bajo demanda. Es fácil perderse entre tanto aparente volumen de oferta. Y se puede creer que el truco para alcanzar la visibilidad sea forzando la búsqueda de la frase provocadora que se comparte con pasión en redes sociales.

Abusar de la caza de la viralidad será contraproducente, ya que el podcast irá perdiendo esa libertad expresiva en pos de prefabricar el titular llamativo. La creatividad dejará de importar. Y la sinceridad pasará a un segundo plano a favor de la locura. Error, pues el triunfo del podcast está en su capacidad para generar un oasis de verdad cómplice entre tantas posturas e imposturas.

Borja Terán
Periodista

Licenciado en Periodismo. Máster en Realización y Diseño de Formatos y Programas de Televisión por el Instituto RTVE. Su trayectoria ha crecido en la divulgación y la reflexión sobre la cultura audiovisual como retrato de la sociedad en los diarios 20 minutos, La Información y Cinemanía y en programas de radio como ‘Julia en la Onda’ de Onda Cero y 'Gente Despierta' de RNE. También ha trabajado en ‘La hora de La 1' y 'Culturas 2' de TVE, entre otros. Colabora con diferentes universidades y es autor del libro 'Tele: los 99 ingredientes de la televisión que deja huella'.

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