'Mírala, mírala, mírala, la Puerta de Alcalá'... Después de ver tanto tiempo pasar, como sigue la canción de Ana Belén y Víctor Manuel, la emblemática entrada de la Plaza de la Independencia se abre para que los turistas madrileños puedan mirarla como nunca, caminando por su cornisa. Desde este fin de semana, 30 y 31 de julio, y hasta que finalicen los estudios de restauración, el primer fin de semana de octubre, sábado 1 y domingo 2, los andamios se convertirán en peldaños para que grupos de 18 personas (mayores de 18 años) puedan subir a lo alto del monumento en visitas guiadas gratuitas de 50 minutos.
"Como no queremos dejar a los madrileños sin su Puerta de Alcalá, van a poder visitar la obra y estar muy cerca del monumento que todos llevamos en el corazón", ha anunciado el alcalde la la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, en la presentación de Abierto por Restauración, programa que el Ayuntamiento ha puesto en marcha a través del Área de Cultura, Turismo y Deporte, para organizar visitas guiadas a bienes culturales durante su proceso de restauración.
Actualmente, la Puerta de Alcalá está siendo estudiada para conocer el estado del monumento, analizar sus materiales, comprobar sus cubiertas y el solado de cara a su restauración, que comenzará a redactarse en septiembre y se ejecutará en 2023. Una lona gigante, serigrafiada en 3D, sustituye su imagen. Aunque nada de esto será óbice para que más de 5.200 personas, número de plazas abiertas por el Consistorio, puedan disfrutar desde una perspectiva única de uno de los iconos de la ciudad y conocer de primera mano la labor realizada por arquitectos, arqueólogos y restauradores. Todo en el marco del Paisaje de la Luz, declarado Patrimonio Mundial de la UNESCO hace un año.
Un guía especializado en historia y restauración les desvelará las claves y líneas maestras del proceso de intervención en un recorrido por su perímetro, informa el Ayuntamiento.
Las visitas se desarrollarán los fines de semana durante los dos últimos días de julio y en el mes de agosto. En septiembre, los días laborables del 1 al 16, también en horario de tarde y desde el día 19 hasta final de mes en horario de mañana y tarde, manteniendo las visitas de fin de semana durante todo el mes de septiembre y el primer fin de semana de octubre. Para participar es necesaria la inscripción previa en esta página web, abierta desde este miércoles 27 de julio a las 10.00 horas.
Los achaques de la edad, la contaminación, Filomena...
Rondará 250 años (construida entre 1769 y 1779). La Puerta de Alcalá, un encargo expreso del rey Carlos III al arquitecto e ingeniero real Francisco Sabatini se hace mayor... Y además de los achaques de la edad y la exposición al aire libre, sufre las heridas causadas por los conflicto bélicos del 2 de mayo de 1808 o la Guerra Civil, la contaminación del tráfico rodado- sita en el centro neurálgico de la ciudad donde circulan miles de coches a diario- o las inclemencias atmosféricas, especialmente, la tormenta de Filomena, que congeló Madrid en 24 horas hace año y medio.
Por eso, el Consistorio ha firmado un convenio de asesoramiento técnico con el Instituto de Patrimonio Cultural (IPC), dependiente del ministerio, para atajar la limpieza de la obra y cotejar una posible restauración.
"Esta semana se empieza con el diagnóstico, el estudio de las afecciones y las patologías, y llegado el momento si fuera necesario una intervención quirúrgica", ha señalado el director general de Patrimonio Cultural y Bellas Artes del Ministerio de Cultura, Isaac Sastre. Así las cosas, las actuaciones esperarán al "mapa de riesgos", que estará listo a finales de noviembre, para que se redacte el proyecto de restauración, previsto para ser adjudicado en 2023 y que se alargará por unos meses.
Tal y como ha explicado Sastre, aunque la obra pueda parecer "unitaria", "cada lateral, cada cuerpo y frente tiene unas características diferentes con adornos y molduras que han sufrido de forma distinta dependiendo de si es cara este u este". A eso hay añadir que el monumento de casi 20 metros de alto por 43 de ancho, esta labrado en dos piedras distintas: granito de Segovia en la parte principal, y piedra caliza de Colmenar de Oreja en los elementos decorativos como escudos, figuras o capiteles.
En su larga vida, el monumento ha sido restaurado hasta cinco veces, una en el siglo XIX y las otras cuatro en el XX. La última tuvo lugar en 1992, año en el que Madrid ostentó la Capitalidad Europea de la Cultura y cuando se renovó toda la cubierta de plomo. Como en esta ocasión, se cubrió con una lona gigante la fachada, aunque otrora se optó por los dibujos de Antonio Mingote para ocultar las obras.
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