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"Los talibanes están devastando las vidas de las mujeres y las niñas de Afganistán con la represión de sus derechos humanos"

Mujeres afganas manifestándose en las calles de Kabul
20minutos

Faltan 19 días para que se cumpla un año de la toma de poder de los talibanes en Afganistán y la situación en el país ha dado un giro de 360 grados para sus 39 millones de habitantes: un informe publicado este miércoles por Amnistía Internacional relata el horror del día a día para los que no pudieron salir aquel 15 de agosto y que sufren en la actualidad una constante violación de derechos, detenciones a mujeres y matrimonios precoces y forzados.

“Los talibanes están devastando las vidas de las mujeres y las niñas de Afganistán con la represión de sus derechos humanos”, afirma Amnistía Internacional en su nuevo informe titulado Death in Slow Motion: Women and Girls Under Taliban Rule.

Además, la protesta contra este tipo de normas opresivas acaba en detenciones y torturas hacia las mujeres. “Menos de un año después de la toma del poder por los talibanes en Afganistán, sus draconianas políticas han privado a millones de mujeres y niñas de su derecho a una vida segura, libre y plena”, ha declarado Agnès Callamard, secretaria general de Amnistía Internacional. "Esta asfixiante represión contra la población femenina de Afganistán aumenta cada día".

Detención y tortura

Los compromisos iniciales de los talibanes de que iban a respetar los derechos de mujeres y niñas se han quedado en una simple promesa, aseguran desde Amnistía Internacional. Desde que tomaron el control las protestas han acabado en abusos, detenciones y reclusiones arbitrarias, desapariciones forzadas, y torturas físicas y psicológicas.

Podemos matarlos, a todos, y tú no podrás hacer nada. No llores, no hagas una escena. Después de protestar, deberías haber previsto días como éste

"[Los guardias talibanes] seguían viniendo a mi habitación y enseñándome fotos de mi familia. Repetían una y otra vez. 'Podemos matarlos, a todos, y tú no podrás hacer nada. No llores, no hagas una escena. Después de protestar, deberías haber previsto días como éste", afirma una manifestante que fue detenida en 2022.

No es la única mujer que asegura haber recibido amenazas. "Nos pegaban en los pechos y entre las piernas. Lo hacían para que no pudiéramos mostrarlo al mundo. Un soldado que caminaba cerca de mí me pegó en el pecho y dijo: 'Puedo matarte ahora mismo y nadie dirá nada'. Esto pasaba cada vez que salíamos: nos insultaban físicamente, verbalmente y emocionalmente".

Además, las mujeres entrevistadas por Amnistía Internacional explican que no tienen acceso a comida, agua, ventilación, productos de higiene y atención médica adecuados. Así, para obtener la libertad las obligan a firmar un acuerdo en el que se comprometen a no volver a protestar y a no hablar en público de sus experiencias en detención, ni ellas ni sus familiares.

Reclusión de mujeres

Una de las medidas con más repercusión en la vida de las afganas es la detención por aparecer en público sin un mahram acompañante varón— o con un hombre que no puede ser considerado mahram. Este es uno de los motivos de detención por "corrupción moral" que se dan a diario; una estudiante universitaria asegura que la amenazaron y golpearon tras ser detenida por cargos relacionados con las restricciones sobre el mahram.

"Empezaron a darme descargas eléctricas en el hombro, la cara, el cuello, en todos los sitios que podían. Me llamaban prostituta y zorra. El que tenía la pistola dijo: 'Voy a matarte y nadie podrá encontrar tu cuerpo'."

Las personas que denunciaron irregularidades dicen que las sobrevivientes de violencia de género, que antes vivían en refugios, después de la toma del poder de los talibanes son encerradas en centros de detención. “Algunas vinieron después preguntar a los mismos talibanes dónde estaba su refugio.  No tenían ningún sitio, así que acabaron en la cárcel”, asegura un operario de la cárcel a Amnistía Internacional.

Matrimonio precoz y forzado

El aumento de matrimonios forzados en Afganistán es una realidad. Los factores principales de este aumento se relacionan con la crisis económica y humanitaria, la falta de perspectivas educativas y profesionales para las mujeres y las niñas, familias que obligan a mujeres y niñas a casarse con un talibán, y talibanes que obligan a mujeres y niñas a casarse con ellos.

Khorsheed (nombre ficticio), de 35 años, confirma en el informe a Amnistía Internacional que la crisis económica la había obligado a casar a su hija de 13 años con un vecino de 30 en 2021 por el “precio de la novia” de 60.000 afganis (unos 670 dólares estadounidenses). Así, dijo que, tras casar a su hija, se sintió aliviada, y añadió: “Ya no pasará hambre nunca”. 

Falta de acceso a la educación

La educación es otro de los ámbitos más golpeados tras la entrada de los talibanes. La vuelta al cole prevista para el 23 de marzo nunca tuvo lugar. Ese mismo día, los talibanes enviaron a casa a las niñas, alegando un “problema técnico” relativo a sus uniformes. Cuatro meses después, siguen negando el acceso a la educación a las niñas.

A nivel universitario la situación es similar. Restricciones en vestimenta, conducta y oportunidades dan lugar al clima perfecto para generar desventaja en las mujeres. Muchas de ellas han dejado de asistir a clase o han decidido no matricularse en la universidad.

Una estudiante de la Universidad de Kabul alega que un jefe del departamento fue a su clase y les dijo: 'Tened cuidado: sólo podemos protegeros cuando estáis dentro del edificio de la facultad. Si los talibanes intentan haceros daño o acosaros, no podremos impedírselo'."

Así, Amnistía Internacional pide en su informe que la comunidad internacional que imponga a los talibanes medidas consecuencia de su conducta como sanciones selectivas o prohibiciones de viajar por medio de una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, o emplee otras formas de presión que puedan hacerles rendir cuentas por el trato que infligen a las mujeres y las niñas sin perjudicar a la población afgana.

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