El ejército de Vladimir Putin ha derribado un helicóptero ruso Ka-52 Alligator en la localidad ucraniana de Jersón después de que el aparato comenzase a disparar por error contra sus propias tropas, según ha informado el Estado Mayor de Ucrania.

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Según parece, los hechos se produjeron cuando tres helicópteros rusos del modelo citado, cuyo precio por unidad supera los 14 millones de euros, se encontraban sobrevolando la región ocupada y comenzaron a disparar contra las tropas rusas que estaban en tierra. 

Ante el ataque, las fuerzas de Putin devolvieron el fuego y derribaron uno de los helicópteros. Los jefes militares ucranianos han bromeado sobre el asunto asegurando que no ha sido un error, sino que se trata de un "gesto de buena voluntad" de las tropas invasoras.

Avión fuera de combate

El incidente es similar al ocurrido la semana pasada, cuando Rusia derribó su propio avión de combate Su-34M, fabricado por la compañía estatal rusa Sukhoi. 

Sucedió en la localidad de Alchevsk, al este del país. Los soldados rusos estaban intentando apuntar a los lanzacohetes HIMARS suministrados a Ucrania por Estados Unidos que tanto daño han causado en las fuerzas invasoras. Sin embargo, los disparos acabaron impactando contra el bombardero, que se desplomó al suelo.

En las últimas horas, además del derribo del helicóptero, las tropas rusas se han visto obligadas a cerrar al tráfico el estratégico puente Antónovski sobre el río Dniéper, situado en las afueras de la ciudad, después de que el viaducto sufriese el bombardeo de las tropas ucranianas, en el marco de una contraofensiva dirigida a recuperar toda la región.