Sin duda, las noches de verano son especiales porque el cielo nocturno nos permite contemplar fenómenos indescriptibles, como los eclipses de sol, de luna o las famosas lluvias de estrellas. 

Aunque las más populares son las Perseidas, también conocidas como Lágrimas de San Lorenzo, el calendario astronómico de este verano nos ofrece la primera lluvia de meteoros: las delta acuáridas.

Esta noche alcanzan su pico de máxima actividad, por lo que es un día ideal para contemplar estrellas fugaces. Además, como destacan desde el departamento de Astronomía del Instituto Geográfico Nacional (IGN), este año será excelente para su observación, "puesto que su momento de máxima actividad será dos días después de la luna nueva".

Qué momento es mejor para su observación

En este sentido, en la noche del 29 al 30 de julio se producirá el pico de actividad de esta lluvia de estrellas, que pueden alcanzar los 25 meteoros por hora si se dan buenas condiciones, explican en el portal especializado Eltiempo.es. "Esta estimación supone que la observación se realiza en condiciones ideales", esto es, "sin contaminación lumínica alguna, con la luna en fase de luna nueva", indican. 

"El fino creciente de la luna permitirá la observación en condiciones óptimas a partir de la medianoche, cuando el radiante se sitúe por encima del horizonte", añaden en el IGN. 

En la Península, se espera observar en torno a 12 o 15 meteoros por hora, en función del lugar en el que nos encontremos, ya que en Canarias esta cifra ascendería a 18 meteoros.

Consejos para su observación

¿Y cuáles son las mejores condiciones para su observación? El lugar para contemplar este fenómeno "puede ser cualquiera con tal de que proporcione un cielo oscuro", indican los expertos del IGN. Por eso, es preferible escoger un lugar sin contaminación lumínica, con pocos obstáculos para la vista. Además, no es necesario utilizar instrumentos ópticos, como prismáticos, que nos limiten el campo de visión.

"Aunque las delta acuáridas parecen venir de la constelación de Acuario (de ahí su nombre), se pueden ver en cualquier parte del cielo. Conviene dirigir la mirada hacia las zonas más oscuras, en la dirección opuesta a la posición de la Luna", concluyen.