Un juzgado social reconoce por primera vez el amianto como causa de la muerte de un trabajador del metro de Barcelona

  • La sentencia dice que estuvo en contacto con el asbesto durante 20 años sin protección ni controles sanitarios.
Estación de metro de Barcelona La Sagrera.
Estación de metro de Barcelona La Sagrera.
TMB
Estación de metro de Barcelona La Sagrera.

El Juzgado Social número 8 de Barcelona ha dictado por primera vez una sentencia que atribuye la muerte de un extrabajador de Metro de Barcelona, que falleció debido a un mesatelioma, un cáncer muy agresivo, a la exposición al amianto en su puesto de trabajo durante veinte años.

Así lo ha explicado este viernes en rueda de prensa en Barcelona el abogado laboralista Àlex Tisminetzky, del Col.lectiu Ronda, que ha estado acompañado por la presidenta del comité de empresa del Metro de Barcelona, Amada Álvarez.

La sentencia considera acreditado que la exposición al amianto, presente tanto en los convoyes como en las instalaciones del Metro de Barcelona, especialmente en los túneles, es responsable de la muerte del extrabajador de esta empresa.

El juez argumenta en la sentencia que "es altamente probable que el causante (el trabajador) estuviera en contacto con el amianto, sobre todo en los años 1988 y 1989, cuando prestaba servicios como instalador eléctrico. Es posible que esa exposición no fuera intensa o prolongada, pero eso no descarta que contrajera la enfermedad por tal motivo".

Según la sentencia, "el actor murió con casi absoluta certeza por una exposición al amianto y que, también con casi absoluta certeza, estuvo expuesto al amianto en el metro de Barcelona, como consecuencia de sus responsabilidades profesionales".

Por su parte, el letrado de la empresa Metro de Barcelona alegó durante el juicio que "no se podía abrir este melón", según se recoge en la sentencia, como si las consecuencias pudieran ser imprevisibles para la compañía al atribuir al amianto la muerte de este trabajador.

También considera como hecho probado el juez que el fallecido "nunca entró en el programa de vigilancia de la salud específica por amianto" y que "la empresa consideró que en su puesto de trabajo no existía una posible exposición al amianto".

Según el abogado Tisminetzky, esto supone una determinación de "infracciones graves" por parte de Metro de Barcelona, por lo que ha anunciado nuevas demandas por daños y perjuicios contra el Metro de Barcelona, que se habrán de concretar en los próximos meses.

El hombre trabajó en el Metro primero como auxiliar técnico en instalaciones eléctricas y después como especialista del servicio digital de voz y datos entre los años 1988 y 2008 y falleció en 2019 a causa de un mesatelioma pleural, una enfermedad que, según el abogado, solo se puede contraer en contacto continuado con el amianto.

Para el letrado, esta primera sentencia "es un hecho histórico en la lucha de los trabajadores del Metro de Barcelona para obtener el reconocimiento que merecen las patologías causadas por el amianto que les afectan y que les pueden afectar en el futuro, dados los largos períodos de latencia de las enfermedades que tienen origen en la exposición al asbesto".

Por su parte, la presidenta del comité de empresa ha leído un breve escrito, consensuado con el resto de sindicatos, en el que se valora positivamente la sentencia, "que reafirma las reivindicaciones de gran parte de la plantilla".

La sentencia estima que la pensión de viudedad reconocida a la esposa del trabajador fallecido "deriva de enfermedad profesional", con lo que se le deben reconocer y abonar atrasos económicos por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social y la Mutua Universal, que es la mutua laboral del Metro barcelonés.

No obstante, Metro de Barcelona, que depende de Transportes Metropolitanos de Barcelona y que preside actualmente la concejal del Ayuntamiento de Barcelona Laia Bonet (PSC), puede interponer un recurso de suplicación ante la Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

Comunicado de TMB

En un comunicado, TMB ha recordado que la sentencia no hace ningún reproche a las medidas de seguridad de la empresa y ha anunciado que piensa recurrir. 

La compañía recuerda que hace más de 30 años que tiene un plan para retirar todo el amianto, del cual ya ha retirado el 75% en las instalaciones.

En cuanto a los trenes, en otoño se pondrán en servicio los nuevos de la serie 7.000 y esto eliminará todo el amianto del material móvil. 

Además, tiene un plan de salud laboral que hace controles exhaustivos a todos los trabajadores y reubica los casos necesarios.

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