Al igual que ocurre con la nieve en invierno, el calor del verano también puede ser peligroso para nuestros perros, ya que hace que aumente la temperatura de los suelos artificiales como el asfalto o el césped no natural, lo que puede causar quemaduras en nuestros canes. ¿Cómo debemos cuidar sus almohadillas para evitar las quemaduras y cómo tratarlas si no hemos prevenido lo suficiente?
Saber cuándo es el momento perfecto para pasear con nuestros peludos y evitar las temperaturas más altas del día (y del suelo) será clave para prevenir heridas. De hecho, si tenemos una temperatura ambiente de 25 grados, el pavimento podría alcanzar los 52, llegando hasta los 62 grados cuando estamos a temperaturas superiores a los 30 grados, según explican expertos de Kiwoko en su blog.
Para saber si nuestro perro soportará la temperatura del suelo, solo tenemos que aplicar la famosa Regla de los cinco segundos, que básicamente consiste en tocar el suelo con la mano y comprobar si aguantamos cinco segundos el calor.
Si no somos capaces de aguantarlo, esto significa que tampoco las mascotas pueden hacerlo. Así, en estos casos, hay que buscar un lugar con sombra o césped para pasear a nuestros amigos caninos sin peligro de dañar sus patas.
"Usar también botines para perros si sus patas son demasiado sensibles es también una buena opción para evitar quemaduras en sus almohadillas, así como mojarlas con agua de vez en cuando durante el paseo", explican los expertos de Kiwoko.
También hay que pensar que las almohadillas de los cachorros son mucho más sensibles a las altas temperaturas, motivo para "estar más atento a su estado al sacarlo a pasear". "Si ves que es imposible que no se vaya a quemar, puedes cogerlo en brazos hasta un sitio más fresco o a la sombra para que pueda hacer sus necesidades sin peligro a que sus patitas sufran", detallan.
Qué hacer si vemos quemaduras en sus almohadillas
Los primeros signos de que nuestros perros se han quemado las almohadillas aparecerán tras el paseo en forma de cojera o si se lame compulsivamente la pata. "Si su herida no es muy grave, podrás curar la quemadura en casa, siempre teniendo mucho cuidado y siendo muy delicado", afirman en el blog de Kiwoko.
"La cojera será uno de los primeros signos de quemadura que veremos tras el paseo"
Para ello, meteremos la pata afectada en agua fría y la lavaremos justo después con agua y jabón. "Después, para desinfectarla, se utilizará una gasa esterilizada con un poco de yodo rebajado en un 50 por ciento de agua", detallan. "Pero, de nuevo, esto solo sirve para casos muy leves, si la quemadura es grave, hay que llevar al perro al veterinario".
Para evitar que la almohadilla se agriete, en el mercado existen diferentes pomadas hidratantes que ayudan a protegerlas y, en su defecto, podemos usar también vaselina, aceite de coco, aceite de oliva o aloe vera. Además, una vez tratado, "deberemos vendar la extremidad no muy fuerte para evitar que se pueda lamer la pata o quitar la pomada o medicina aplicada", concluyen.
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