"La orden de los guardianes de la espada": la azarosa vida del arma de Bolívar que Petro exigió antes del acto de toma de posesión

Ilustración de la espada de Simón Bolívar
Ilustración de la espada de Simón Bolívar
CARLOS GÁMEZ
Ilustración de la espada de Simón Bolívar

Gustavo Petro juró este domingo como presidente de Colombia y su primera orden fue pedir la espada del Libertador Simón Bolívar. Ordenó que la espada fuera llevada a la tarima donde se llevaba a cabo la ceremonia de investidura.

"Como presidente de Colombia solicito a la Casa Militar traer la espada de Bolívar, una orden del mandato popular de este mandatario", afirmó Petro en medio de una ovación de la multitud que asiste al acto. La Casa Militar se encarga de su seguridad y la de la Casa de Nariño (sede del Ejecutivo y residencia oficial del presidente).

El presidente del Congreso, Roy Barreras, decretó un receso de diez minutos para que la espada llegara. Hubo que esperar más que diez minutos, pero la mítica arma llegó.

Estaba previsto que la espada formara parte del evento, pero el presidente saliente, Iván Duque, no permitió que fuera puesta en la mesa principal. Desde el gobierno saliente dicen que faltaba seguridad y pólizas que la protegieran. En cambio, desde el entrante se asegura que contaban con todos los permisos necesarios y habían pagado las pólizas para protegerla en su recorrido hasta la Casa de Nariño.

Ya con la espada a su vera, Gustavo Petro inició su discurso de toma de posesión. "Esta espada significa mucho para nosotros. En este momento y en este lugar para los próximos presidentes y presidentas se vuelva un hecho que los y las acompañe siempre, la espada libertaria de Bolívar", dijo.

El robo de la espada

Para Petro, que en su juventud militó en la guerrilla Movimiento 19 de Abril (M-19), la espada tiene un gran valor simbólico. El robo de la espada de Bolívar fue el primer acto del M-19, que la sustrajo en 1974 de la Quinta de Bolívar, una casa museo en el centro de Bogotá donde estaba en exhibición.

Retrato de Simón Bolívar, con su espada, de José Gil de Castro.
Retrato de Simón Bolívar, con su espada, de José Gil de Castro.
WIKIPEDIA

Cuando nació el M-19, sus integrantes iniciaron una campaña de promoción del grupo con publicidad en las principales ciudades de Colombia. Aquella campaña incluyó anuncios publicitarios en los medios de comunicación. Todo ello creó confusas expectativas entre la gente y algunos creyeron que se trataba de una medicina.

El 17 de enero de 1974 publicaron el último anuncio que decía: "Ya viene el M-19". Ese mismo día robaron la espada. Con el comandante Álvaro Fayad, alias El Turco, a la cabeza, cuatro guerrilleros entraron a la Quinta intimidaron a los vigilantes, rompieron candados, luego la urna y se hicieron con la espada. Pintaron "M-19" en las paredes para que quedara clara la autoría del robo y huyeron.

El mismo día en que publicaron en la prensa el anuncio "Ya viene el M-19", robaron la espada de Bolívar

El arma que un día empuñó Bolívar dio luego muchas vuelas. Primero la guardaron en un prostíbulo; luego en casa del poeta León de Greiff; de allí, a la casa de otro poeta, Luis Vidales; y, en 1980, fue llevada a Cuba.

Los guardianes y Pablo Escobar

Gustavo Preto cuando militaba en el M-19.
Gustavo Preto, cuando militaba en el M-19.
SEMANA

En 1986, el M-19 creó la "orden de los guardianes de la espada". Eran doce, entre ellos, Fidel Castro, Omar Torrijos, Eduardo Galeano, Mario Benedetti o las madres de la Plaza de Mayo de Argentina. Pero pese a tanto ilustre guardián la espada siguió dando tumbos. Llegó a estar dentro de un bloque de cemento; a punto de perderse durante la invasión norteamericana a Panamá en 1989; y, según algunos testimonios, en manos del narcotraficante Pablo Escobar.

En 1990, el M-19 llegó a un acuerdo con el Gobierno de Virgilio Barco para dejar las armas e incorporarse a la vida política. La espada fue devuelta en 1991 en un encuentro en el que participaron varios de los firmantes de aquel acuerdo, entre ellos, Gustavo Petro. 

Desde entonces, la espada de Bolívar ha permanecido en el Banco de la República y en la Casa de Nariño. Para Petro es, sin duda, algo más que un símbolo. Representa la libertad de su país, pero también su peripecia vital y política.

Toma de posesión de Gustavo Preto como presidente de Colombia.
Toma de posesión de Gustavo Preto como presidente de Colombia.
EFE
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