Durante todo el año, pero sobre todo en la época estival, es muy común escuchar los términos 'viento de poniente' y 'viento de levante', que hacen referencia a un fenómeno que se produce en las zonas costeras, relacionado con la meteorología. 

Así, cuando llega el verano, son muchos los que se preguntan si habrá poniente o levante en la playa en la que se encuentran, aunque no todo el mundo sabe qué son y cómo afectan a la meteorología del lugar.

Qué es el viento de levante y sus consecuencias

El levante es un tipo de viento que procede del este. Se caracteriza por ser un viento suave, aunque en ocasiones puede alcanzar fuertes rachas de viento de hasta 100 kilómetros por hora, como indican desde MeteorologíaenRed.

Por otro lado, hay que saber que puede llegar a durar entre 4 y 7 días y tiene unas consecuencias directas sobre la temperatura de la zona contraria de la península, la zona oeste, donde las temperaturas suben considerablemente, alcanzando los 40ºC. 

Además, la mayor velocidad la suele alcanzar al atravesar el estrecho de Gibraltar, por lo que trae nieblas y precipitaciones en el mediterráneo y sequedad en la costa atlántica.

El viento de levante se suele producir cuando hay una diferencia de presión entre un anticiclón en las Azores y una borrasca en el norte de África.

Una de las consecuencias más características del levante es que, en la zona de costa donde se produce, provoca que la fina arena se levante, un hecho muy molesto para los bañistas que visitan las playas. 

Qué es el viento de poniente y sus consecuencias

La principal diferencia del anterior fenómeno con el poniente, es que este tipo de viento procede de la zona oeste y suroeste del océano. También suele ser un viento suave, por lo que es raro que supere los 50 kilómetros por hora.

Meteorológicamente hablando, el viento de poniente lo que hace es refrescar la zona oeste de la península, aunque provoca justo el efecto contrario en la zona del mediterráneo, donde pueden alcanzar los 40ºC. 

En este caso, se forma cuando se da la diferencia de presión entre una o varias borrascas situadas sobre el atlántico y un anticiclón en la parte norte de África, como indican desde el portal especializado de Náutica Formación.