75 años de la independencia de la India: el gigante económico y potencia nuclear lastrado por las injusticias hacia castas y minorías

Enredados en la pugna de Estados Unidos con China y del ruido bélico ruso, a veces se pasa por alto que la India es una de las potencias del mundo. Lo es ya en el presente y, apuntan los analistas, lo va a ser más en el inmediato futuro. Este país, que tanto empieza a contar en el tablero del planeta, cumple sus 75 años de independencia.

India es la cuarta potencia militar del mundo. Dispone de misiles balísticos intercontinentales, con capacidad para atacar cualquier punto de Pakistán y la mayoría de China. No hay cifras exactas, pero podría contar con unas 160 ojivas nucleares. Y dada su enorme población, tiene un inmenso ejército, en número de soldados. 3.462.500 efectivos para un país donde viven casi 1.394 millones de personas.

Todas las dimensiones de la India son a lo grande. Es uno de los países más poblados del mundo y de los más grandes, con una superficie de 3.287.259 kilómetros cuadrados. Respecto a lo primero, el informe de Perspectivas de la Población Mundial 2019 de la ONU indica que India superará a China como el país más poblado del mundo en menos de una década, para 2027.

La de la India es también una de las economías más importantes del mundo por volumen de PIB, 2.571.622 millones de euros en 2021. Así la renta de PIB per capita es de 1.846 euros. Es la sexta economía del mundo. Su deuda pública en 2020 fue de 2.108.054 millones de euros, lo que supone una deuda del 90,06% del PIB.

El PIB per cápita de la India es de 1.846 euros, de los más bajos del mundo (puesto 146 de 196 países)

Así que todo en esta nación es grande salvo el reparto de su riqueza. Ese PIB per cápita de sólo 1.846 euros es de los más bajos del mundo (puesto 146 de 196 países). De otro modo, también aquí la pobreza y hasta la miseria son enormes.

Por eso, en la celebración de los 75 años de independencia del Reino Unido, es inevitable referirse a ello. El Gobierno indio ha prometido "avanzar con mayor resolución y determinación hacia una India desarrollada" y ha hecho cinco promesas para lograr la meta en el próximo cuarto de siglo.

Son, según el primer ministro indio, Narendra Modi, alcanzar el desarrollo en este país de todos sus millones de habitantes; borrar todo rastro de servidumbre; estar orgullosos de su legado; centrarse en la fuerza de su unidad; y cumplir las tareas de los ciudadanos "con honestidad".

Castas, 3.000 años de injusta estratificación social

Cuando el jefe del Gobierno habla de hacer desaparecer la servidumbre tal vez se esté refiriendo a las castas. Es lo que más sorprende cuando se observa el país desde fuera. El sistema de castas de India sigue existiendo. Se calcula que este sistema de estratificación social tiene más de 3.000 años de antigüedad.

El sistema divide a los hindúes en rígidos grupos jerárquicos basados en su karma (trabajo) y dharma (religión-deber). El sistema fue flexible hasta el siglo XVIII, pero fue la colonización británica la que puso estrictos límites y terminó por hacer de las castas un sistema fijo y cerrado.

El sistema está basado en la literatura hindú y clasifica a los habitantes de la India en cuatro clases principales originarias de la sociedad védica india:

Pero esto es un resumen, acaso una simplificación, porque es prácticamente imposible definir el sistema debido a su complejidad. Las castas principales están divididas en unas 3.000 castas y 25.000 subcastas. Además, fuera quedan los achhoots, los dalits o los intocables.

La influencia de las castas ha disminuido, especialmente en las ciudades, por la expansión de la educación secular y la creciente urbanización

Pero, en un país donde hay elecciones libres y principios democráticos, ¿es legal el sistema de castas? Según la Constitución, la discriminación por motivos de casta está prohibida. En 1950 se anunciaron cuotas en puestos gubernamentales e instituciones educativas para castas y tribus, cuotas que se ampliaron en 1989 para incluir una agrupación denominada OBC (otras clases atrasadas).

Cuenta la BBC, que en las últimas décadas, con la expansión de la educación secular y la creciente urbanización, la influencia de las castas ha disminuido en parte, especialmente en las ciudades donde conviven diferentes castas.

¿Un país laico? El problema del hinduismo y las minorías

Sin embargo, en el 75 aniversario de la independencia de la India, la promesa de un país laico que garantizase un trato igualitario a las minorías queda en entredicho frente a las crecientes exigencias de la derecha encarnada en este primer ministro de proclamar un Estado hindú, cuenta EFE.

El partido de Modi coloca al hinduismo en el centro del país, pero los musulmanes forman casi un 15% de la población

La llegada al poder del partido nacionalista hindú Bharatiya Janata Party (BJP) de Modi en 2014 y la arrolladora victoria en las elecciones generales de 2019 han generado un clima de temor entre las minorías del país asiático, especialmente entre los musulmanes que forman casi un 15% de la población.

El partido de Modi coloca al hinduismo en el centro del concepto de la India mientras las minorías se encuentran supeditadas a ellos. En los últimos meses se han producido episodios de violencia interreligiosa por procesiones hindúes. La reciente prohibición del velo en centros educativos del sur desató manifestaciones entre la minoría musulmana, como ya lo hizo una ley de ciudadanía para dar la nacionalidad a inmigrantes irregulares procedentes de países vecinos calificada de discriminatoria al excluir a los musulmanes.

Están pervirtiendo el mismo propósito por el que se ideó el secularismo indio"

“La derecha religiosa ha lanzado esta idea de que secularismo significa un tratamiento igual, y cualquier protección de los derechos de las minorías significa que no eres bastante laico”, constata la escritora e historiadora de la ciencia Meera Nanda, en declaraciones a EFE. "Están pervirtiendo el mismo propósito por el que se ideó el secularismo indio", se lamenta.