Jason Alexander, exesposo de Britney Spears, podría permanecer más tiempo en la cárcel al ser acusado de dos nuevos delitos

Las polémicas siguen rodeando a los protagonistas del pasado sentimental de Britney Spears. De nuevo, Jason Alexander, el primer marido de la cantante, está en el centro de todas las miradas. Después de pasar 62 días en la cárcel por colarse en la casa de su exmujer durante su reciente boda, podría alargar su estancia entre rejas por nuevos delitos.

Alexander, que ha estado durante este tiempo en la prisión de Ventura (California), ha sido trasladado al condado de Napa por una orden de arresto emitida en 2016 derivada de un robo de joyas por el que se le relacionan dos delitos graves.

Tal y como revela DailyMail, el exmarido de Spears pudo haber robado una pulsera de diamantes de aproximadamente 2.000 dólares que pertenecía a su casera. Además, la empeñó por 180 dólares en Vallejo (California), en agosto de 2015.

Según ha declarado el alguacil del condado de Napa para el medio estadounidense TMZ, Jason está acusado de hurto mayor y de protagonizar una compraventa de propiedad robada, lo que podría alargar aún más su estancia en prisión.

Ese robo se produjo en las pocas semanas en las que Alexander estuvo viviendo en la casa. Después, la mujer notó que faltaban joyas en su habitación, y el terminó reconociéndoselo. Ahora tiene que comparecer ante el tribunal en la mañana de este miércoles para saber cuál será la sentencia definitiva.