La humorista Paz Padilla vive un verano frenético plagado de viajes, aunque su última parada en Zahara de los Atunes, para visitar el cementerio donde descansa el cuerpo de su marido, ha tenido una carga emotiva considerable.
La presentadora acudió al camposanto de su pueblo natal ya que se cumplían dos años de la pérdida de "su" Antonio. También aprovechó para visitar los restos de su madre Lola que descansan en el mismo lugar.
En su visita, la actriz lucía apenada y afligida junto a su amigo el diseñador Xoan Viqueira, que no se separó de ella durante todo este tiempo en el que Paz ha tenido que vivir el fallecimiento de dos personas imprescindibles en su vida.
A la salida del recinto, tras permanecer durante varios minutos junto a las tumbas de sus seres queridos, la actriz lucía un semblante alicaído y apesadumbrado, aunque con bastante serenidad.
En el terreno profesional, la artista relató toda la experiencia de la pérdida de su marido en el libro El humor de mi vida, obra que ha trasladado al teatro y con la que se encuentra de gira por toda España.
En lo amoroso, la empresaria se encuentra plenamente ilusionada con el fotógrafo Fran Medina con quien disfruta de sus vacaciones estivales por las playas gaditanas, tal y como afirma Semana.
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