Internacional

Vuelco en la guerra: la nueva estrategia de Ucrania deja al enemigo ruso sin respuesta

Soldados ucranianos en la región de Donetsk (Donbás).
DANIEL CENG SHOU-YI / ZUMA PRESS / EUROPA PRESS

Después de varias semanas sin cambios significativos en el frente, el Ejército de Ucrania le ha dado un vuelco a la campaña con varias acciones de sabotaje en el Donbás, el corredor del sur y la anexionada península de Crimea, que han dejado al enemigo ruso sin respuesta.

"Nuestra estrategia es destruir la logística, las líneas de abastecimiento, depósitos de municiones y otras infraestructuras militares. Esto provoca el caos en las filas rusas", dijo Mykhailo Podoliak, asesor presidencial.

Rusia se encuentra en una situación en la que ni logra grandes avances hacia los bastiones ucranianos en la región de Donetsk ni puede garantizar la seguridad de sus arsenales y de las cadenas de suministro en Crimea y las regiones limítrofes con Ucrania.

Crimea, objetivo vulnerable

Crimea fue territorio hostil para las tropas ucranianas desde el inicio de la "operación militar especial" en febrero y, de hecho, las unidades que conquistaron parte de las regiones meridionales de Jersón y Zaporiyia procedían de la península.

La pasada semana nueve aviones rusos, según las imágenes de satélite, fueron destruidos en las explosiones ocurridas en un aeródromo militar. Este miércoles Kiev admitió que fueron causadas por partisanos ucranianosEl martes fue el turno de un arsenal con combustible y municiones, ataque que obligó a evacuar a miles de personas y que la prensa occidental, citando fuentes oficiales, atribuye a unidades especiales ucranianas.

Hoy, el puente de Crimea, la obra de ingeniería que rompió el aislamiento del territorio y unió la península con Rusia, ya no está fuera del alcance de las fuerzas ucranianas. "Es una construcción ilegal y es la principal puerta para el abastecimiento del Ejército ruso. Esas infraestructuras deben ser destruidas", señaló Podoliak.

Al respecto, el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró que Occidente proporciona a Kiev armamento para que "Ucrania pueda proteger su soberanía e integridad territorial". Precisamente, los sabotajes de la última semana han provocado el pánico entre los turistas, que abandonaban deprisa y corriendo la península la víspera a través de ese puente.

"Y la cola de estos días para salir de Crimea hacia Rusia por el puente demuestra que la gran mayoría de los ciudadanos del estado terrorista ya entienden, o al menos sienten, que Crimea no es lugar para ellos", dijo este martes el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski.

Estrategia a medio plazo

Kiev admite públicamente que el objetivo es ralentizar el avance ruso en el Donbás, lo que permite ganar tiempo para recibir más armamento pesado occidental, como ocurrió en los largos asedios de Mariúpol y Severodonetsk. De hecho, Podoliak admitió en entrevista con The Guardian que su país ha solicitado a los aliados más de 50 lanzaderas múltiples de misiles.

Tanto las autoridades ucranianas como las rusas han advertido que las acciones de sabotaje continuarán hasta la llegada del invierno. Precisamente, Zelenski instó a aquellos que viven en territorio controlado por Rusia o los prorrusos a no acercarse a instalaciones militares. Añadió que para poder expulsar a las tropas rusas de Ucrania es necesario dificultarle más cada día la guerra a Rusia, objetivo que calificó de la "principal tarea político-militar".

Los dirigentes rusos esperan "que los ucranianos, los europeos y el mundo entero se cansen de esta guerra". "Debemos hacer todo para que no seamos nosotros ni nuestros amigos y socios los que nos cansemos, sino nuestro enemigo", resaltó.

¿Conflicto congelado?

Ante las recientes afirmaciones del presidente ruso, Vladímir Putin, sobre que la guerra a gran escala ni siquiera acaba de empezar, algunos expertos ya pronostican que el conflicto se prolongará, al menos, hasta el próximo año.

Debemos hacer todo para que no seamos nosotros ni nuestros amigos y socios los que nos cansemos, sino nuestro enemigo"

"No creo que sea posible la variante de la congelación. Es posible que haya una reducción de la actividad dependiendo de la estación. Las guerras modernas son guerras de recursos. Los recursos, por supuesto, se acaban agotando por ambos bandos. Y cada parte necesita tiempo para su recuperación", comentó Oleksiy Réznikov, ministro de Defensa ucraniano.

Réznikov destacó que el Ejército ruso perdió un tercio del potencial militar que utilizó al comienzo de la intervención armada, lo que incluye fuerzas aerotransportadas, marines y miembros de fuerzas especiales, además de un millar de pilotos.

"Por eso, digamos, es posible un enfriamiento desde el punto de vista de los combates. Es una guerra. Una guerra de supervivencia. Y vamos a defendernos para sobrevivir", comentó a La Voz de América y estimó en 135.000 el número de efectivos rusos que actualmente combaten en territorio ucraniano, entre los que figurarían muchos soldados no profesionales.

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