Internacional

Entrevista

Bahar Jalali, exprofesora de la Universidad Americana de Afganistán: "Es peor de lo que pensaba, el país está muriendo"

Bahar Jalali, fundadora del primer programa de estudios sobre género en Afganistán. Imagen cedida.
Bahar Jalali - Twitter

A un año de la vuelta de los talibanes al poder, Bahar Jalali, exprofesora de la Universidad Americana de Afganistán, relata cómo ha cambiado su país. Además, cuenta cómo ha sido su lucha por defender los derechos de las mujeres. En 2015, implementó el primer programa de estudios sobre género en la historia de la nación y un año más tarde los talibanes perpetraron un atentado terrorista en la universidad donde trabajaba.

Actualmente es profesora en la Universidad de Loyola, en Maryland, Estados Unidos, donde enseña Historia Moderna de Oriente Medio enfocada en los derechos de las mujeres. Su campañas de Twitter #DoNotTouchMyClothes y #AfghanistanCulture dieron la vuelta al mundo y ella continúa luchando no solo por las afganas, sino también para preservar el patrimonio cultural afgano.

¿Qué siente al ver lo que ha pasado en Afganistán después de que los talibanes retomaran el poder hace un año?Mis peores miedos han sido confirmados. Estoy devastada pero no sorprendida del todo. Desde que la administración Trump empezó a negociar con los talibanes, yo sabía que esto pasaría. Realmente ha sido peor de lo que pensaba. Se han cumplido más de 300 días desde que las niñas no van al colegio y a las pocas mujeres que se les permitía trabajar los talibanes les han dicho que deberían quedarse en sus casas y que para que no pierdan su empleo, mejor envíen a su hermano para que las reemplace.

Además, muchas cosas ni siquiera son reportadas en los principales medios de comunicación. Afganistán está muriendo. No solo ha sido ocupado por terroristas sino que siento que si en la próxima década los talibanes no son derrocados Afganistán dejará de existir culturalmente y socialmente. 

¿Cuáles son las noticias que no aparecen en los medios de comunicación?
Nadie habla de las desapariciones, de los asesinatos y de las persecuciones aleatorias. Los pakistaníes están viniendo a Afganistán y están trabajando en el gobierno. Tampoco se habla de la demolición del patrimonio cultural afgano. Ustedes tienen organizaciones como la UNESCO que deberían proteger el patrimonio de cada país. ¿Por qué la UNESCO no está haciendo nada al respecto? Todos sabemos lo que le hicieron a los Budas de Bamiyan en los años noventa.

Otro asunto que no sale en los medios de comunicación está relacionado con las niñas pequeñas. Debido a que no pueden continuar sus estudios de secundaria, muchas están siendo obligadas a casarse a edades muy tempranas, a los 12 o 13 años. Esto nadie lo dice y muchas de ellas han cometido suicidio porque sus vidas se volvieron inaguantables. 

Tengo entendido que usted fue víctima precisamente de un atentado terrorista perpetrado por los talibanes…Así es. En 2016 los talibanes atacaron mi lugar de trabajo, la Universidad Americana de Afganistán. Yo estaba en el edificio que fue centro del ataque y a pesar de eso, pude escapar. Pero uno de mis colegas, que se encontraba dando clases en la planta de arriba fue asesinado. Uno de mis estudiantes estrella, a quien yo le estaba ayudando a conseguir una beca para ir a estudiar a Estados Unidos también fue asesinado por los talibanes. Por eso constantemente digo que los terroristas no pueden gobernar. Por eso pienso que es importante que la comunidad internacional le imponga restricciones y los responsabilice por sus actos.

¿Está decepcionada de la comunidad internacional?Por supuesto, porque han normalizado a los talibanes. Todas estas feministas occidentales han perdido credibilidad para mí. Estamos hablando del mismo régimen con el que nadie quería hablar en los noventa y ahora, de repente, tenemos think tanks en Washington DC apoyándolos. Esta semana, durante los eventos sobre el “aniversario” escuché terribles sugerencias en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales acerca de que probablemente se le podría otorgar el Premio Nobel de la Paz a los jefes de estado de Pakistán o de Qatar para que ellos influenciaran a los talibanes y así dejaran que las niñas fueran al colegio. Es como si durante la Segunda Guerra Mundial se hubiera pensado en darle más territorio a Hitler para que de esa forma él no pensara en seguir tomando terreno.

Usted es la fundadora del primer programa de estudios sobre género en la historia de Afganistán, ¿Por qué decidió crear este programa?
Yo nací en Afganistán y tuve que irme siendo muy pequeña después de la invasión soviética. En 2009 regresé para dar clases en la Universidad Americana de Afganistán y en ese momento había muchos proyectos con respecto a los derechos y al empoderamiento de la mujer. Algunos de mis estudiantes en la universidad estaban desarrollando estos proyectos, pero me di cuenta de que realmente no entendían lo que significaba el feminismo o la igualdad de género. Había mucha confusión acerca de los derechos de las mujeres. Por eso, se me ocurrió que la mejor manera de hablar sobre esto era mediante la creación de un programa universitario. 

¿En qué consiste este programa?
Desarrollé el currículo, una lista de asignaturas y justifiqué por qué esto era un programa académico. En una sociedad conservadora musulmana, un programa académico es una manera menos controversial de introducir el concepto de los derechos de las mujeres. Entonces, en agosto de 2015, empezamos a dar las primeras clases. Algunas de las asignaturas eran: Introducción a los derechos de las mujeres, Feminismo global, Afganistán y el género, el género y el islam, entre otros. Fue muy popular y exitoso; y la mitad de los estudiantes eran hombres.

El año pasado, tras la toma de Kabul se hizo viral una campaña que inició en redes sociales, ¿Cómo surgieron los hashtags #DoNotTouchMyClothes y #AfghanistanCulture?El día del vigésimo aniversario de los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001 los talibanes organizaron un evento en la Universidad de Kabul, en el que participarían mujeres que apoyaran a los talibanes. No sé qué tipo de vestimenta llevaban, era toda negra, de la cabeza a los pies, ni siquiera era el burka. Iban completamente cubiertas e incluso tenían guantes negros. Nunca había visto a ninguna mujer con ese tipo de vestimenta en Afganistán.

Me molesté porque me di cuenta de que los talibanes, que no son un movimiento afgano, estaban intentando destruir la cultura afgana. Las imágenes dieron la vuelta al mundo y yo no quería que el planeta pensara que esa vestimenta era parte de nuestra cultura. Por eso subí a Twitter una foto mía usando un vestido tradicional afgano, el cual es muy colorido. Al día siguiente me di cuenta que la imagen se había vuelto viral y que muchas mujeres habían hecho lo mismo. Me sentí muy feliz de haber contribuido en la lucha por defender nuestra identidad. 

Los talibanes afirman que todas las acciones que toman con respecto a las mujeres se hacen tomando como base el islam, ¿qué dice realmente la religión con respecto a los derechos de mujeres?
Yo enseño actualmente en Estados Unidos una asignatura llamada Mujeres y Género en Oriente Medio. El islam le permite a las mujeres acceder a la educación, trabajar, convertirse en juezas, casarse y divorciarse. Les permite abortar si se encuentran en una etapa temprana del embarazo y también tener propiedades. Las mujeres en Occidente no tuvieron derechos de propiedad hasta el siglo XIX. En muchos sentidos, el islam le da más derechos a las mujeres que el cristianismo. Esto es algo que yo enseño y por eso te digo que los talibanes no son un movimiento islámico. Solo son el brazo terrorista de la inteligencia militar pakistaní. Ellos no tienen ideología, aparte de la violencia y el extremismo.

¿Existe alguna diferencia entre los talibanes que llegaron al poder en 1996 y los que tomaron Kabul el pasado agosto?
Ellos no han cambiado, pero la actitud de la comunidad internacional hacia ellos sí. Cuando ellos emergieron en los años 90 estaban completamente aislados de la comunidad internacional. Solo eran reconocidos por Pakistán, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos. Desde que el expresidente de los Estados Unidos Donald Trump firmó ese "acuerdo de paz", que en realidad fue un "acuerdo de rendición", los talibanes han sido normalizados internacionalmente. Donald Trump ignoró al gobierno afgano y empezó a negociar directamente con los talibanes y eso les ha dado legitimidad.

En su cuenta de Twitter afirma constantemente que la raíz del problema de Afganistán es Pakistán y que este país debería ser sancionado…
Tras los atentados terroristas del 11S los occidentales no fueron tras la raíz del problema. La raíz del problema no estaba en Afganistán, estaba en Pakistán. De hecho Osama Bin Laden huyó de Afganistán poco tiempo después y finalmente fue encontrado en Pakistán. Desafortunadamente, el presidente Biden ha dicho muchas veces que Pakistán es un millón de veces más importante para los Estados Unidos que Pakistán por el hecho de ser una potencia nuclear. Además, tiene el sexto ejército más grande del mundo y es un estado que patrocina el terrorismo. Por eso, hasta que Pakistán sea sancionado, nunca habrá paz y estabilidad en Afganistán.

Pero Afganistán no siempre ha sido un país “en retroceso”
No hay mucho conocimiento sobre Afganistán fuera de Afganistán. Hay personas que consideran que mi país siempre ha ido retrocediendo, que siempre ha sido extremista y los talibanes son un ejemplo de ello. Tuvimos una gobernante feminista que abrió la primera escuela para niñas en la década de los 60. Incluso tuvimos una década democrática. Una de las principales razones por las que estoy intentado cambiar la percepción que se tiene de Afganistán es porque circulan muchas narrativas falsas que afirman que Afganistán siempre ha sido ultra conservador. 

Usted hizo su doctorado precisamente sobre ese periodo, ¿Cómo se vivía durante la década democrática en Afganistán?La primera vez que Afganistán tuvo una democracia no fue tras los atentados del 11 de septiembre, fue introducida por los propios afganos. Tuvimos una democracia que duró desde 1963 hasta 1973. La constitución de 1964 era secular, porque sus autores eran educados y progresistas, algunos de ellos incluso fueron liberales educados en Occidente y en ella también se les otorgó a las mujeres el derecho al voto. Incluso tuvimos a cuatro mujeres en el parlamento y también fue introducido el concepto de la independencia del poder judicial. Las reformas estaban limitadas a las élites, pero estaban comenzando a expandirse.

Si observamos fotografías de esa época veremos que los afganos conservadores podían coexistir en paz con los afganos liberales. Había tolerancia. Mi madre, por ejemplo, se vestía con minifaldas y un afgano muy conservador de una área tribal no tenía ningún problema con eso.

¿Pero ese liberalismo estaba extendido por todo el país?Estaba limitado a las áreas urbanas y a pesar de que la cultura de las áreas rurales siempre ha sido muy conservadora, nunca fue extremista. Una mujer liberal de Kabul podía viajar a las áreas rurales y ser ella misma, no tenía que vestirse diferente. Mis tías iban a nadar en traje de baño a Kandahar, pero hoy solo conocemos a Kandahar como la capital de los talibanes. Las áreas rurales eran conservadoras en comparación con las ciudades, pero eran tolerantes.

Redactora '20minutos'

Graduada en Periodismo por la Universidad Carlos III de Madrid. He trabajado en la sección de Ciudades escribiendo noticias de actualidad, así como también temas SEO enfocados al ámbito local. También he pasado por Cierre y en la actualidad escribo en la sección de Última Hora.

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