El decreto de ahorro energético, en el alambre: el Gobierno se apresura a convencer a sus socios ante la "obstrucción" del PP

La ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
La ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
EFE
La ministra portavoz, Isabel Rodríguez.

El Gobierno se enfrenta este jueves a su primera gran votación del nuevo curso político, el último de la legislatura, con la convalidación del decreto de ahorro energético. Y no parece que el paréntesis veraniego haya ablandado la postura de las agrupaciones: el PP no se mueve del 'no' y los socios  habituales de Pedro Sánchez, ERC o PNV, no revelan el sentido de su voto. El Ejecutivo arranca ahora una carrera contrarreloj  para amarrar los apoyos que aseguren medidas como el límite de temperatura del aire acondicionado o el apagado de los escaparates, pero también becas para estudiantes o subvenciones al transporte de Cercanías. Tiene 48 horas. 

Para que el real decreto salga adelante se necesita mayoría simple en el Pleno extraordinario, es decir más síes que noes. Respaldo que el Gobierno espera obtener al tratarse, según ha dicho la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, de un plan que protegerá a familias y empresas, y cumplirá con los compromisos adquiridos con la Unión Europea para reducir un 7% el consumo de gas.

De entrada, el Ejecutivo descarta el sostén del PP, que ya anunció este lunes que no apoyaría la "imposición" de medidas de ahorro energético que incluyen "frivolidades", como tener que quitarse la corbata, apagar escaparates o subir o bajar la temperatura. Es más, en la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ultima la presentación de un recurso ante el Tribunal Constitucional.

"Frivolidad" es precisamente lo que la ministra portavoz ha echado en cara al PP votando contra las alternativas al desafío de Putin de "cerrar el gas" a Europa. "Quiere utilizar el gas como arma de guerra", les ha reprochado haciendo hincapié en que las democracias tienen que "proteger a la ciudadanía y las empresas frente a ese hombre de la guerra".

Asimismo, Rodríguez ha insistido en el carácter social de algunas medidas que recoge el decreto y ha invitado al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, a acudir hoy mismo a la estación de Atocha (Madrid) o Sants (Barcelona) para decirle a la cara los trabajadores que "si de él dependiera" no tendrían a partir de septiembre ayudas para el transporte público. 

"Esperaba más" del PP, pero no es una "sorpresa" porque "siempre" adopta una posición "obstruccionista" y "negacionista" que acaba siendo superada por la "responsabilidad" del resto de los españoles, ha zanjado recordando que la demanda eléctrica en España bajó un 9,5 % en la segunda semana de aplicación del plan de ahorro energético del Gobierno (cifra que duplica la reducción del 3,7 % registrada en su primera semana).

División en el resto del arco parlamentario

Por su parte Ciudadanos, cuya presidenta, Inés Arrimadas, ha enviado este martes una carta a Moncloa criticando la "falta de diálogo y de acuerdo" del Gobierno y exigiendo cambios del tipo empresarial para apoyar el plan, tampoco parece muy por la labor de prestar sus votos. Y la opción Vox no es plausible, toda vez los de Santiago Abascal solicitaron la derogación del decreto a principios de mes reclamando iniciativas como la actualización del parque nuclear y la paralización del desmantelamiento de las centrales térmicas.

Todo ello deja en manos de los socios habituales del Gobierno de coalición, incluido EH Bildu, la supervivencia de las medidas, como ya ocurriera con el plan de choque por la guerra en Ucrania y otras ajustadísimas votaciones. Consciente de esto, Rodríguez ha hecho un llamamiento a que el bloque de la oposición más favorable al Ejecutivo arrime el hombro. "La ciudadanía no entendería la negativa de ningún grupo político a estas medidas", les ha conminado. 

De momento, Compromís es la única formación que notificó hace unos días su apoyo, asegurando, por boca del alcalde de Valencia, Joan Ribó, que además su formación lo respaldaría "de forma entusiasta". 

Pero eso no es suficiente: con 153 escaños, 120 del PSOE y 33 de Unidas Podemos, y la eventual negativa del bloque de las derechas (PP con 88 escaños, Vox con 52 y Cs con 9), el Gobierno negocia y echa cuentas con el resto del arco parlamentario: ERC (12 diputados), PNV (6), EH Bildu (5), grupo Mixto (11) y el resto del Plural (12) para tratar de que voten a favor o al menos, se abstengan. Mientras, el tiempo se agota...  

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