Cómo elegir una buena silla de escritorio para la vuelta al trabajo tras las vacaciones

La silla de escritorio es muy importante a la hora de evitar molestias musculares.

Un elemento que se ha convertido en imprescindible en el hogar con la implantación del teletrabajo a raíz de la pandemia es la silla de escritorio. Debe reunir unas características bien definidas para evitar dañar nuestra espalda y poder trabajar en óptimas condiciones. Pero, ¿qué aspectos hay que tener en cuenta?

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) explica las claves para elegir y adaptar tu silla de trabajo que, en todo caso, "debe ser móvil y estable, permitir un giro de 360 grados y tener una base de cinco patas con ruedas que facilite la movilidad y garantice la estabilidad", indica la organización.

Principales aspectos a valorar

En primer lugar, la silla para trabajar más adecuada debe tener, al menos, cinco maneras de regularse:

La altura de la silla debe adaptarse para subirla y bajarla.
La altura del respaldo se tiene que regular para evitar daños en la zona lumbar.
El respaldo se debería reclinar adelante y atrás.
Giro completo de 360 grados sobre un eje de cinco patas.
Los reposabrazos también tendrían que ser regulables en altura y profundidad.

Antes de adquirir una silla hay que tener en cuenta las medidas que se adaptan mejor a ti, como el ancho de caderas, el ancho de los hombros, la altura o la longitud de las piernas.

Cómo ajustar la silla de trabajo

Una vez adquirida la silla, resulta fundamental ajustarla a tu medida y, para ello, la OCU recomienda seguir los siguientes pasos:

Primero debemos colocarnos de pie frente a la silla y regular la altura hasta que se encuentre por debajo de la rodilla.
Después, nos sentaremos y apoyaremos los pies en el suelo. "En esta posición las rodillas deben estar en ángulo recto y entre el borde del asiento y la corva deben quedar libres 5 centímetros, más o menos lo que mide un puño", señala la OCU.
El siguiente paso será ajustar la altura del respaldo para apoyar la zona lumbar. "Debe poder reclinarse hasta 15 grados más de la vertical".
En el caso de que la silla tenga reposabrazos, estos tienen que situarse "justo a la altura donde rozan con el codo".
Apoya la espalda e inclina el respaldo de la palanca de la izquierda para inclinar la silla. "Recuerda que el asiento debe levantar 5 grados para evitar que te deslices hacia delante".