El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha manifestado este martes su plena disposición a ir a Argelia en visita oficial, tal y como en los últimos meses han hecho otros dirigentes europeos, como el presidente francés, Emmanuel Macron, o el exprimer ministro italiano, Mario Draghi, para afianzar contratos de gas con el país norteafricano. En el caso de Sánchez, una visita supondría mucho más, puesto que Argelia retiró en marzo a su embajador en Madrid en protesta por el acuerdo del Gobierno con Marruecos sobre el Sáhara y suspendió temporalmente los contactos comerciales con España. Sería un avance para el deshielo de las relaciones bilaterales con el que tradicionalmente ha sido el primer proveedor de gas y Sánchez ha dejado claro que estaría dispuesto a ir. "Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia", ha dicho este martes.
El presidente se ha mostrado así de rotundo durante una comparecencia ante la prensa junto al canciller alemán, Olaf Scholz, después de participar como invitado en la reunión semanal del gobierno de Alemania, donde ha expuesto la Estrategia española de Seguridad Nacional, que incluye elementos tan prioritarios en estos momentos, también para Alemania que prepara la suya, como la seguridad del aprovisionamiento de energía o la lucha contra los ataques híbridos.
Ante la prensa, los dos mandatarios han sido preguntados si tienen previsto visitar a Argelia, uno de los grandes productores del mundo de gas natural, que hasta que hace unos meses fue desbancado por el gas natural licuado de Estados Unidos ha sido históricamente el primer proveedor de gas de España y al que otros países de la UE miran ahora que es perentorio reducir la dependencia del gas de Rusia.
La respuesta de Sánchez ha sido clara sobre su intención de ir a Argelia, algo que desde se declaró la crisis diplomática como consecuencia del estrechamiento de las relaciones entre el Gobierno y Marruecos, tampoco ha hecho el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares. Fuentes diplomáticas recuerdan su "mano tendida" para normalizar las relaciones, algo que se asentaría definitivamente con un encuentro al más alto nivel, y deslizan que es Argel quien no quiere, debido al acuerdo con Marruecos.
"Me encantaría ser yo el que fuera a Argelia", ha sido la contestación de Sánchez, un día después de que Albares insistiera este lunes en Santander en que España y Argelia son "pueblos hermanos" y en el deseo del Gobierno de normalizar las relaciones.
Presión a Francia por el MidCat
Además de esta breve, pero significativa, mención a Argelia, Sánchez y Scholz han reiterado este martes su llamamiento a Francia para que acepte la construcción por su territorio de un gasoducto que uniría la península ibérica y el centro de Europa y por el que podría discurrir el gas natural que llega licuado, por barco, a los puertos españoles y portugueses y llegar a países tan necesitados de esta materia prima como Alemania, en previsión de que Moscú cierre el grifo este otoño o invierno.
La idea consiste en recuperar el gasoducto MidCat, que Sánchez y Francia descartaron en 2019 por ser demasiado caro, pero que el Gobierno español quiere recuperar ahora para convertir a España en un "hub" energético en Europa, capaz de trasladar el gas que le llega por barco a otros Estados miembros. Sin embargo, el proyecto sigue contando con el rechazo de Francia, a la que Sánchez, Scholz, la Comisión Europea, Portugal e Italia tratan de convencer para organizar una "minicumbre" sobre esta infraestructura.
Sánchez ha recordado que su primer viaje, en 2018, como presidente fue a Portugal y en él se habló ya de las interconexiones, que desde entonces siguen por debajo del 3%, lejos del objetivo del 10%. "El objetivo no se ha cumplido", ha dicho, antes de subrayar que "España tiene el 30% de la capacidad de regasificación de toda Europa y no podemos utilizarla de manera total como consecuencia de tener un cuello de botella". "Eso lo tenemos que resolver, sea por Francia o por Italia", ha afirmado, en alusión en este segundo caso al gasoducto subterráneo que Bruselas ya contempla financiar para unir Barcelona con Livorno pero que el Gobierno reconoce que se tardaría mucho más y sería "tres veces" más caro que el MidCAt. "España está dispuesta a ser solidaria y responder a la llamada de los países que como Alemania y otros que están sufriendo el chantaje de Putin", ha afirmado.
"Me gustaría subrayar que estoy de acuerdo con una conexión así, sobre todo para mejorar la red de gaseoductos de Europa y aprovechar el hidrógeno verde", ha manifestado Scholz. "Necesitamos adicionalmente poder aprovechar que España y Portugal son capaces de producir un excedente que será importante y a provechar esta capacidad de producción", ha añadido.
Sintonía energética entre España y Alemania
Sánchez y Scholz han mostrado este martes su sintonía en materia de energía y lo que el presidente español ha calificado de "excelentes relaciones bilaterales" que tendrán sus siguientes etapas en la cumbre Hispano-Alemana que se celebrará en Madrid el 5 y 6 de octubre y la visita de Estado que harán los reyes a Alemania, coincidiendo con la Feria de Frankurt, uno de los eventos literarios más importantes del mundo, en el que España es este año país invitado.
Aunque el canciller alemán ha destacado este martes que el llenado de reservas, el desarrollo de los puertos para recibir gas o nuevos contratos con Noruega o Reino Unido hace que ahora el riesgo de desabastecimiento sea menor en Alemania, Berlín no solo sigue necesitando gas natural distinto al que hasta ahora le llega desde Rusia, sino frenar la escalada de precios de la luz, que este martes se paga en este país a 660 euros/MWh.
En este escenario, Alemania es, como la Comisión Europea, uno de los principales actores europeos que han ido virando desde rechazar la reforma del sistema eléctrico que lleva pidiendo España un año a respaldarla, y hacerlo mediante la "intervención de emergencia" que este lunes anunció Ursula von der Leyen.
La solución que se prepara y que verán los ministros de Energía el 9 de septiembre es la ampliación a toda la UE de la llamada "excepción ibérica" porque la se permitió a España y Portugal limitar el precio del que se emplea para generar electricidad. Según ha indicado a primera hora la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, otras propuestas sobre la mesa es desarrollar la plataforma de compras conjuntas de gas en la UE, de modo que el bloque pueda plantarse y no comprarlo al actual elevado precio.
"España y Alemania van a trabajar juntas para proteger a las familias y las industrias", ha aseverado Sánchez tras participar en la reunión del Gobierno alemán, "un paso más en ese camino común que hemos recorrido juntos", ha dicho.
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