Muere un perro guía tras huir del ruido de los fuegos artificiales en las fiestas de un pueblo

Un perro guía en Monachil se precipitó por un barranco tras entrar en pánico por el ruido de los fuegos artificiales, ya que eran las fiestas patronales de la localidad granadina. Gran parte de los vecinos salieron en busca del canino, pero tras horas de búsqueda lo encontraron sin vida, según informa Ideal.

Rubio, un labrador de 8 años, era el perro guía de Juan Navarro, una persona invidente de 70 años residente del municipio. "Cada vez que sonaba un petardo Rubio se ponía muy inquieto, se escondía bajo sitios en los que ni cabía", señala Juan. 

El dueño del perro cuenta lo importante que era el animal para él: "El vínculo que tenía con él era muy grande. Han sido muchos años con él las 24 horas del día, ayudándome a salir de muchas situaciones comprometidas". Además, se ha quedado sin una ayuda totalmente imprescindible para él en su día a día: "Me quedo desvalido y mi autonomía queda diezmada sin Rubio". Juan tendrá que realizar un nuevo trámite para que la ONCE le otorgue un nuevo perro guía, que tarda alrededor de cuatro o cinco meses.

Juan hace hincapié del daño que hace el ruido de los fuegos artificiales en estos animales y que este no es el primer caso que se da en el pueblo, ya que muchos perros se han perdido o han sido atropellados por este motivo. "Esto afecta a todos los animales que hay en el pueblo y viene de largo, lo que a mí me ha pasado solo ha sido la gota que ha colmado el vaso".

Para finalizar, Juan insiste en que hay que pensar en las repercusiones que puede haber en los demás cuando se realizan estos eventos: "Debemos reflexionar entre todos para que no se perpetúen hábitos molestos que ignoran el sufrimiento ajeno apelando a la cultura y a la tradición".