Soy una pringada narra la surrealista historia de cómo la policía acudió a interrogarla por subir imágenes "sin consentimiento"

Esty Quesada, popularmente conocida como Soy una pringada, ha llamado la atención de cientos de internautas al narrar como, una simple tarde merendando en el Starbucks, casi termina con una detención policial. 

Todo comenzó el martes 30 de agosto por la tarde cuando publicó en sus historias la imagen de unos jóvenes que la estaban mirando mientras ella tomaba su café. Su comportamiento, hablando en voz alta sobre ella y riéndose de ella, la molestó y decidió compartirlo en sus redes. 

Sin embargo, el grupo descubrió rápidamente que habían sido capturados en el Instagram de la youtuber  y se acercaron a decirle que era "un delito" publicar imágenes "sin consentimiento". Un apunte que podía haber quedado en nada, sino fuera por finalmente los muchachos llamaron a las autoridades. 

Según ha comentado la youtuber después, la policía se personó en la cafetería para "interrogarla" y obligarla a borrar las historias que, por supuesto, ya habían quedado capturadas por otros en internet. 

Entonces, sin dar caras, Esty ha reinterpretado todos los hechos con un estilo cómico que ha triunfado en redes con más de 5.000 'me gusta' y a saber cuántas visitas a sus historias. 

Aquí ha relatado que todo comenzó cuando el grupo sentado en frente de ella "empieza a decir mi nombre en alto, señalarme y buscarme en Google", ha comentado: "Incomodándome a altos niveles". 

Tras descubrir la imagen que había subido Quesada, empezaron ellos también a publicar fotos suyas en sus redes sociales, bromeando con que "se iban a convertir en influencers".

La segunda vez que uno de los integrantes del grupo se acerca, esta bromea diciendo "¿Nos pegamos?", lo que finalmente provoca la amenaza con la policía. "A los diez minutos, llegan los oficiales, me empieza el tercer grado. Yo flipando", ha concluido: "Qué bien invertidos están nuestros impuestos".