Zaporiyia se ha convertido en los últimos días en el foco de la invasión rusa de Ucrania. La central nuclear más grande de Europa está tomada por las tropas rusas y el riesgo de accidente nuclear, según Kiev, es muy alto. Estos movimientos han provocado que una misión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), organismo de Naciones Unidas, se desplace hasta la zona y tenga previsto además visitar la planta pese a los bombardeos que la rodean. "Después de haber llegado tan lejos no vamos a parar. Vamos a movernos, sabemos que hay un área, la llamada zona gris, entre la última línea de defensa de ucrania y la primera de las fuerzas de ocupación de Rusia, donde los riesgos son significativos", sostuvo su director, Rafael Grossi. Pero, ¿cuál es la labor del OIEA?

Es un organismo que se creó en 1957 ante el temor de un choque nuclear de grandes dimensiones, y tiene su germen en un discurso pronunciado por el entonces presidente de EE UU, Dwight D. Eisenhower, solo cuatro años antes. ¿Y cuál es el principal objetivo? Acelerar y aumentar la contribución de la energía atómica a la paz, la salud y la prosperidad en el mundo entero, según se recoge en sus estatutos. "En la medida que le sea posible se asegurará que la asistencia que preste, o la que se preste a petición suya, o bajo su dirección o control, no sea utilizada de modo que contribuya a fines militares", añaden, algo realmente de interés en un contexto como el actual.

Con sede central en Viena, el OIEA tiene asimismo dos oficinas regionales, ubicadas en Toronto -desde 1979- y Tokio -desde 1984-, así como dos oficinas de enlace, en Nueva York y en Ginebra. El Organismo cuenta con laboratorios especializados en tecnología nuclear en Viena y en Seibersdorf (Austria), inaugurados en 1961, y, desde 1961, en Mónaco.

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La institución trabaja con una hoja de ruta a medio plazo, que ahora mismo abarca entre 2018 y 2023. Así, aplica las llamadas salvaguardias, que son un conjunto de medidas técnicas aplicadas por el OIEA a materiales y actividades nucleares, por medio de las cuales este trata de verificar de manera independiente que las instalaciones nucleares no se utilizan de manera indebida y que los materiales nucleares no se desvían de los usos pacíficos. Los Estados aceptan estas medidas concertando acuerdos de salvaguardias.

"Las salvaguardias del OIEA son un componente esencial del sistema internacional de seguridad física", añaden desde el organismo, asegurando además que el Tratado sobre la No Proliferación de las Armas Nucleares (TNP) "es la piedra angular de las iniciativas mundiales para prevenir que las armas nucleares se sigan propagando". En virtud del artículo 3 del Tratado, cada Estado no poseedor de armas nucleares está obligado a concertar un acuerdo de salvaguardias con el OIEA.

Acusaciones de Ucrania contra Rusia

Mientras, las hostilidades siguen en los alrededores de Zaporiyia. Kiev ha acusado a las fuerzas rusas de lanzar ataques aéreos sobre la ruta por la que tienen que acceder los expertos a la central nuclear. Esa delegación ha tenido que ralentizar su viaje por "razones de seguridad", según los altos mandos ucranianos. "Exigimos que Rusia pare las provocaciones y conceda al OIEA acceso sin trabas a las instalaciones nucleares de Ucrania", piden desde el Gobierno de Zelenski.