Sánchez, contra todo y contra todos: insufla optimismo en un PSOE que tratará de recuperar la calle ante las elecciones de 2023

  • El presidente se arremanga con decenas de actos de aquí a final de año y dice no dar por "perdida" ninguna capital.
  • Los socialistas ponen el foco en Feijóo: cargan contra él sin miramientos y Sánchez intentará 'pararle' el martes.
Pedro Sánchez, en Tegucigalpa.
Pedro Sánchez, en Tegucigalpa.
EFE
Pedro Sánchez, en Tegucigalpa.

Pedro Sánchez sabe lo que es morir y resucitar. Políticamente hablando, claro. No obstante, el presidente del Gobierno quiere evitarse cualquier susto electoral a sí mismo y a su formación. Solo así se entiende la frenética actividad con la que el Ejecutivo y el PSOE han dado el pistoletazo al nuevo curso político. En mayo se celebrarán las elecciones municipales y autonómicas, que serán la antesala de las generales, previstas para finales de 2023. Es por ello por lo que el jefe del Ejecutivo ha decidido insuflar optimismo en el PSOE para luchar contra la dictadura de las encuestas; arremangarse y pisar la calle para mostrar cercanía y ganar votos; y centrar el tiro en Alberto Núñez Feijóo para evitar que se convierta en su sucesor como habitante de La Moncloa.

"Salimos a ganar", dijo el pasado jueves en una entrevista dada a la Cadena SER. Con esta frase, no alejó los rumores que barruntan una crisis de Gobierno para designar a ministros, que suelen tener un mayor conocimiento entre la población, como candidatos a las grandes capitales en las que el PSOE no tiene el bastón de mando. Véase: Madrid (PP), Valencia (Compromís) o Barcelona (En Comú). El presidente, como habitúa, lleva semanas jugando al despiste en lo referido a las quinielas que apuntan a que algún que otro responsable ministerial podría terminar como candidato en alguna de las autonomías que quedarán en juego.

De hecho, rehusó dar más detalles. "Si se lo digo todo hoy, nos quedamos sin noticias", bromeó antes de señalar que el PSOE "va a por todas" y que no da "por perdida ninguna ciudad". Estos eslóganes, además de leerse en clave externa, es importante señalarlos como mensajes que también pretenden generar ilusión a la interna. Sobre todo, después de la debacle en Andalucía, un territorio en el que el PP logró una mayoría absoluta y el PSOE, que ha gobernado durante decenios, su peor resultado histórico.

Ya entonces, Sánchez decidió acometer una importante renovación en el partido, aupando a Pilar Alegría, ministra de Educación, como nueva portavoz; a Patxi López, como nuevo portavoz en el Congreso; y a María Jesús Montero, responsable de Hacienda, como número dos de la formación. Hecho el cambio de caras, ahora toca que cale el mensaje con la omnipresencia del presidente. El también secretario general de los socialistas tendrá, de aquí a diciembre, una apretada agenda. Empezando por este mismo sábado, cuando protagonizará un acto en Sevilla. Además de su frenética actividad como presidente, celebrará más mítines con mandatarios autonómicos, alcaldes, militantes y afiliados. El objetivo pasa por llegar a "todos los rincones" de España para explicar lo que está haciendo el Gobierno y los planes que tiene por delante.

Cabe destacar que no solo saldrá el presidente a la calle, sino que también la calle irá al presidente. Sin ir más lejos, este lunes "en un acto inédito" -según Moncloa, medio centenar de ciudadanos tendrán una charla con él. Son personas que se han comunicado por carta con él para quejarse, lanzar sugerencias o felicitarles. Fuentes presidenciales argumentan que "los escritos que los ciudadanos trasladan al presidente constituyen un termómetro adelantado del ánimo de la opinión pública y ayudan a identificar problemas, tendencias y también posibles soluciones", por lo que "algunas de esas comunicaciones escritas cobrarán voz y serán sus propios autores los que plantearán sus reflexiones al presidente".

Con todo, no será solo Sánchez quien se arremangue. Teniendo en cuenta que en mayo de 2023 todos los alcaldes y los concejales tendrán sus propios exámenes, todo el partido prevé movilizarse, algo que ya han comenzado hacer. El ejemplo más claro ocurrió el pasado jueves. Con la entrada en vigor de la gratuidad de los abonos de Renfe, decenas de cargos municipales socialistas visitaron estaciones de tren para reivindicar la medida. En Madrid, por ejemplo, se repartieron miles de octavillas con el logo del partido para sacar rédito a la medida.

Desde el PSOE señalan que están "fuertes" en los sitios donde gobiernan y tienen "buenas sensaciones" en los que no. Fuentes de la formación niegan que se busque "revitalizar" el partido porque "el PSOE es una maquinaria bien engrasada". Así, dicen pretender el "combate contra el ruido y los bulos de la derecha política y mediática". "Sabemos que hay poderes que no se presentan a las elecciones, pero tienen interés en ellas", añaden desde la formación, en un giro a la izquierda del discurso con el que pretenden hacerse fuertes. Tienen nueve meses por delante.

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