Ribera insistirá este viernes en el Midcat ante la UE y prevé que España quedará fuera de la obligación de recortar el consumo de luz

Teresa Ribera, en el Consejo de Energía de la UE que ha alcanzado un acuerdo para reducir el consumo de gas.
Teresa Ribera, en el Consejo de Energía de la UE que en julio limitó el consumo de gas en la UE.
EFE
Teresa Ribera, en el Consejo de Energía de la UE que ha alcanzado un acuerdo para reducir el consumo de gas.

Los ministros de Energía de la UE abordarán este viernes en Bruselas las propuestas de la Comisión Europea para "intervenir de emergencia" el mercado eléctrico europeo en una reunión que el Gobierno afronta con la seguridad de saber que España se quedará fuera de la obligación de reducir un 5% el consumo de electricidad en horas punta que en términos generales plantea Bruselas y con escasa inquietud con respecto a otra medida, que pretende reducir los beneficios de la eléctricas y que el Gobierno considera que ya aplica a través de varios instrumentos. Más incertidumbre existe en torno a la respuesta que la vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, tendrá de sus colegas cuando insista en la construcción del gasoducto MidCat, después del portazo de Francia y del cambio de posición de la Comisión.

La reunión de este viernes es en principio un "debate de orientación" en el que los gobiernos europeos expondrán ante la Comisión Europea qué les parecen las cinco medidas que su presidenta, Ursula von der Leyen, anunció este miércoles para hacer algo que era impensable en la UE hace apenas meses o semanas, intervenir su mercado de la electricidad. Con ello, se intentará bajar los precios de la luz, que siguen desbocados por el encarecimiento del gas debido al "chantaje", la "manipulación de los precios" y "la militarización" de la venta de gas de los que Bruselas acusa a Vladimir Putin

Una de las medidas que plantea Bruselas es fijar un objetivo "obligatorio", de al menos el 5%, para reducir el consumo de electricidad a las horas con más demanda y, por tanto, más caras. La secretaria de Estado de Energía, Sara Aagesen, se mostró abierta este miércoles a "ver de qué manera podemos contribuir a reducir la demanda pico en nuestro país". Ribera acude a la reunión sabiendo ya que Bruselas plantea una excepción a la que podría acogerse España.

El borrador de la propuesta dice que cada Estado miembro deberá identificar un número de horas pico al día, en las que deberá reducir su consumo neto de electricidad "al menos un 5%". Sin embargo, el motivo por el que España confía en quedarse fuera de esta obligación es porque más adelante la propuesta de Bruselas añade que esta disposición "no afecta" a Chipre y otros Estados miembros en los que la media mensual de los precios mayoristas de la electricidad no supere los 200 euros MWh", algo que España dice cumplir

De este modo, España espera quedar bajo el paraguas de esta excepción, que se parece mucho en la forma a la que se fijó en julio para países con escasas interconexiones, en los que el ahorro del consumo de gas podría ser inferior al objetivo general del 15%. España lo fijó finalmente en el 7% pero como resultado de una reunión en la que tuvo que pelear más de lo que lo ha hecho ahora. No en vano, Ribera ha celebrado estos últimos días que en esta ocasión la Comisión se ha mostrado más dispuesta a negociar previamente que cuando en julio planteó sin consultar a los gobiernos un ahorro del consumo de gas del 15%.

A su llegada este viernes a la reunión, Ribera ha afirmado que es "una buena idea" ahorrar electricidad en las horas pico, porque así será necesario emplear menos gas natural que encarece el junto, pero también ha pedido diferenciar cómo es la demanda en cada Estado miembro. "Hay alguno donde hay poca trayectoria de reducción de esas horas pico y otros donde se ha avanzado". "Se da margen para que cada Estado miembro pueda actuar en su manera para reducir consumo eléctrico de manera distinta", ha dicho.

Límite a los beneficios

Por otra parte, España tampoco se siente concernida por otras medidas del catálogo de la Comisión. Una consiste en hacer que las compañías que generan electricidad a partir de renovables reduzcan los excesivos beneficios que están obteniendo en un mercado en el que es el precio del gas, mucho más caro que sus costes de producción, marca el precio final de toda la electricidad que se genera. Para ello, fija un precio máximo de 200 euros MWh para empezar a considerar que son beneficios excesivos e insta a los Estados a actuar para "reconducir" estas ganancias extra a consumidores e industrias "vulnerables". Asimismo, pide una "contribución solidaria", también por sus beneficios extraordinarios, a las compañías gasistas y petroleras.

"Llegamos contentos, tenemos que compartir con nuestro compañeros la explicación de muchas de las propuestas que están recogidas entre las medidas que se han conocido estos días", ha asegurado Ribera este viernes.

Aunque la crisis energética le ha llevado a "intervenir" el mercado de la energía, la Comisión sigue siendo reacia este tipo de procedimientos, algo que se refleja en el hecho de que plantea la reducción de los beneficios extraordinarios de las eléctricas pero sin decir cómo. Al anunciarlas este miércoles, Von der Leyen no pronunció en ningún momento la palabra "impuesto", a pesar de que la imagen que salga a primera vista es un impuesto por los 'beneficios caídos del cielo' como el que ya aplican varios países y ultima España. En este caso, a empresas energéticas y a entidades financieras.

Aunque Bruselas rechaza extender a toda la UE la 'excepción ibérica' que desde junino limita el precio del gas en España y Portugal, España insiste en que esto sea posible. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así se lo trasladó este mismo jueves a la primera ministra de Suecia, Magdalena Andersson. "Le he transmitido los beneficios de aplicar la excepción ibérica al mercado eléctrico europeo y el éxito que está suponiendo en España para proteger a nuestras familias y empresas", ha explicado en un tuit. De una forma menos ambiciosa, Ribera apuntaba hace unos días a que al menos pueda ampliarse a algunos países, entre los que citó a Francia. 

París pedirá a la Comisión ampliar la 'excepción ibérica' y de la misma forma se han pronunciado a la llegada al Consejo extraordinario los ministros de Eslovenia o de Bélgica. "El techo de gas ruso no es suficiente, queremos un techo sobre todo el gas para controlar la factura y hacer bajar el precio de la energía. Por eso estamos a favor de este tope general", ha dicho la ministra belga de Energía, Tinne van der Straeten.

En su lugar, lo que plantea Bruselas es una variación. Pide a los países que limiten el beneficio de las empresas que generan electricidad a partir de las renovables y fija un precio de 200 euros por MWh para empezar a considerar que hay ganancias "inesperadas", excesivas.

Tanto el Gobierno como el sector afirman que en España no se llega a estos beneficios. Por una parte, por la minoración del precio de la electricidad por el que las comercializadoras no pueden vender la luz a más de 67 euros MWh, que ya considera que es una forma de reducir beneficios. Según cálculos del sector, el precio de la electricidad que se genera en España con renovables oscila entre 150 y 200 euros el MWh, la cantidad que resulta de sumar el límite de la 'excepción ibérica' -40 euros que hay que multiplicar por dos, los derechos de emisión de CO2 y costes de producción.

Por otra parte, está previsto que Bruselas permita ayudas de estado y algún instrumento para dar liquidez a las empresas energéticas y, en quinto lugar, plantea una propuesta que choca frontalmente con Rusia y que a España afecta poco. Se trata de fijar un precio máximo al que los países de la UE comprarán gas a Moscú. Plantea dos opciones. La primera es algo "similar a una sanción" contra Rusia que haría que por "causa de fuerza mayor" los Veintisiete fijaran un precio máximo. La otra sería que los países más dependientes del gas ruso -entre los que no está España- crearan una "plataforma regional" para comprar gas a Rusia de forma conjunta.

MidCAT

En el Consejo extraordinario de este viernes, Ribera afrontará con mucha más incertidumbre otro debate que quiere plantear a sus colegas europeos sobre la necesidad de construir el gasoducto MidCat para incrementar la interconexión de gas entre la Península ibérica y el resto de la UE.

Ribera considera que la discusión sobre el Midcat se engrana perfectamente en el debate europeo no solo sobre cómo asegurar el  próximo inverno en materia energética, sino cómo "nos preparamos también para los próximos inviernos". "Tenemos una gran oportunidad para fortalecer la política energética europea, inspirándonos en la complementariedad de nuestras infraestructuras, mayor electrificación y  anticipación del hidrógeno verde", ha dicho la vicepresidenta, que ha insistido en que el MidCat debe incluirse en el mapa europeo de interconexiones.

El Gobierno rescató este proyecto, que España y Francia descartaron en 2019, para hacer frente a la crisis de la energía y poder hacer llegas más gas natural del que llega a los puertos licuado al centro de Europa. Desde allí, Alemania acogió con entusiasmo la idea que, sin embargo, contó en todo momento con el rechazo de Francia. Su presidente, Emmanuel Macron, dio un portazo definitivo a la idea esta semana y eso hizo que un día después a la Comisión Europea pasara de abrirse a financiarlo de forma excepcional a desentenderse del MidCat y devolver la pelota a un acuerdo bilateral entre España y Francia.

A pesar de estos dos reveses, Ribera insistirá este viernes ante los demás ministros de Energía y de la Comisión en que el MidCat debería poder construirse y, además, con financiación europea, no nacional como se planteaba en 2019.  "Yo sí creo que el debate de las infraestructuras e interconexiones en relación con la seguridad energética de Europa para los próximos años es importante", ha afirmado a su llegada al Consejo extraordinario.

En el Gobierno admiten que está difícil tener el apoyo comunitario -"sabemos lo que hay", admiten- pero la vicepresidenta insistirá en la idea de "solidaridad" en materia de energía y en la necesidad de desarrollar las interconexiones tanto eléctricas como de gas con el resto de la UE.

Clara Pinar
Redactora '20minutos'

Actualmente cubro la información relacionada con energía, transición ecológica y transportes. Antes, también en 20 Minutos, me encargué de la cobertura sobre la crisis sanitaria por Covid y, previamente, de la información relacionada con Presidencia del Gobierno. Antes trabajé en la revista Tiempo y, en Bruselas, en las agencias Europa Press y Notimex y fui colaboradora de el periódico Levante-EMV, entre otros medios. Soy licenciada en Ciencias de la Información y postgrado en Información Internacional y Países del Sur por la Universidad Complutense. En 2021 terminé un Máster sobre Museología y Gestión de Museos de la Universidad a Distancia de Madrid (UDIMA).

Mostrar comentarios

Códigos Descuento