¿Perciben los loros el mundo como lo hacemos nosotros? Así son sus cinco sentidos

Dos ejemplares de loro en una imagen de archivo.
Dos ejemplares de loro en una imagen de archivo.
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Dos ejemplares de loro en una imagen de archivo.

Una de las grandes incógnitas que existen sobre el mundo animal está relacionada con cómo perciben el mundo. De la misma manera que se investiga sobre cómo ven, huelen o escuchan los perros y los gatos, cada vez hay más estudios sobre cómo otras especies más exóticas, como los loros, perciben el mundo.

¿Ven en color? ¿Huelen y saborean los mismos aromas y sabores? ¿Sienten a través de las plumas? Los loros son físicamente animales muy diferentes al ser humano, por lo que no es de extrañar que su percepción del mundo sea muy diferente. El problema que existe con estas aves a la hora de determinar cómo perciben su alrededor es que cada especie es diferente, es decir, un loro amazónico no ve, huele o saborea de la misma forma que lo hace un loro australiano, por ejemplo, al menos así lo demuestran hasta la fecha los estudios al respecto.

Roger Valls, cofundador de la asociación Avetropic, cuya misión es salvaguardar el bienestar de las psitácidas (conocidas comúnmente como loros) que viven en condiciones de cautividad, explica que "no hay estudios suficientes para poder generalizar", pero que "sí que se empiezan a conocer detalles sobre cómo perciben el mundo".

"Hay algunos sentidos de los que se tiene más información y otros de los que menos, pero al menos pueden empezar a desmentirse afirmaciones falsas que se creían hasta hace poco, como que los loros no tienen olfato", comenta el experto.

Vista, olfato, oído, tacto y gusto, así son sus sentidos

El especialista en aves psitácidas comienza hablando de la vista de los loros: "La tienen súperdesarrollada, ven sensiblemente mejor que nosotros, no solo en lo que al rango de visión se refiere, también en el espectro de color.

"Tienen una vista muy aguda, lo que tiene sentido ya que en libertad son presa que vive en contacto directo con sus depredadores, por lo tanto, tienen que estar siempre alerta de lo que les pueda venir", añade. "Se cree que la agudeza visual de los loros es de dos a ocho veces mejor que la de los mamíferos, teniendo un rango de visión super amplio gracias a la disposición de sus ojos".

Valls afirma que los loros son capaces de ver 320 grados sin mover el cuello. "Ven unos 140 grados por cada ojo, siendo los 40 restantes un punto muerto a su espalda", explica. "Además, tienen 20 grados al frente de imagen superpuesta (como la nuestra), por lo que, de manera lateral es como mejor ven".

"Aunque su visibilidad nocturna es prácticamente nula (ya que se trata de animales diurnos), sí son capaces de ver el rango ultravioleta", añade el experto en loros.

Mientras que la vista es el sentido más desarrollado de los loros, en el lado opuesto, el olfato, es el que menos ha evolucionado con el paso del tiempo. "No existe mucha información al respecto, pero sí se sabe que lo tienen mejor de lo que se creía hace unos años según unos estudios recientes", comenta Valls.

"Hay ciertas especies que sí se ha demostrado que tienen un sentido del olfato sobresaliente en comparación con otras, como por ejemplo los loros de Nueva Zelanda", añade el experto. "Sin embargo, estas son pocas especies".

Los estudios realizados hasta la fecha demuestran que los loros son capaces de diferencias entre diferentes olores, ya que son capaces de diferencias tipos de hierbas, por ejemplo. "Al menos ciertos tipos de olores sí son capaces de diferenciarlos, no como se pensaba antes, que se creía que no tenían ningún tipo de olfato", comenta Valls.

"Se ha demostrado también que, al menos en periquitos (que es con las aves con las que se suelen hacer las investigaciones) el olor tiene bastante importancia en la relación entre ellos", añade el experto en psitácidas. "La glándula uropígea segrega una especie de aceite para el mantenimiento de las plumas y éste tiene un cierto aroma. Se ha visto que las hembras son capaces de distinguir a los machos gracias a ese olor liberado por esta glándula".

En cuanto al gusto, las psitácidas tienen menos papilas gustativas que nosotros. "Si nosotros tenemos en torno a 9000, ellos tienen en torno a 400, lo que nos hace pensar que, a priori, tienen un gusto menor al nuestro", detalla Valls. "Sin embargo, lo pocos estudios que hay sobre este tema demuestran que tienen el sentido del gusto especializado para detectar sabores claves".

"Por ejemplo, los Loris, que se alimentan de néctar y polen, detectan especialmente bien los dulces, ya que para ellos es súperrelevante poder detectar las variaciones en la concentración de azúcares", añade el experto en psitácidas.

Otro ejemplo de esta especialización en su sentido del gusto de los loros es el caso de los granívoros, quienes "detectan muy bien los sabores más amargos y que son capaces de detectar los taninos, compuestos tóxicos para ellos". "Los detectan porque es primordial para ellos hacerlo", insiste el especialista en loros.

Sobre el tacto, Valls cuenta que aunque físicamente hablando son muy diferentes a nosotros, "no sienten tan distinto". "Sienten a través del pico, las plumas y las patas, pero donde más desarrollado tienen este sentido es en la lengua y en el pico".

"El pico para ellos es como una tercera pata que utilizan para escalar, trepar o caminar, ya que les ofrece información sobre el entorno", explica. "Si miras cómo come un loro, verás que lo hace de forma milimétrica, siendo capaz de pelar perfectamente una pieza de fruta y hasta la más minúscula de las semillas".

En el interior de la parte superior del pico los loros tienen el conocido como "órgano de pico", con unos receptores táctiles puestos en los laterales que son "como una especie de puntitos, quince en total, de donde obtienen toda la información".

"Aunque sientes si les acaricias o reciben información también a través de las patas, el pico es sin duda una parte fundamental, sin él sería muy difícil que un loro sobreviviera", añade.

Por último, aunque los loros no tienen orejas como tal, tienen un buen sentido de la audición. "Tienen el conducto auditivo, un orificio a cada lado de la cabeza que utilizan para percibir sonidos, lo que les ayuda a orientarse", explica el experto en psitácidas.

"Al ser animales sociales, la audición es fundamental, ya que para ellos es muy importante la comunicación, las vocalizaciones entre ellos", añade. "Estos sonidos en concreto tienen una frecuencia en torno a los 3 kilohercios, que es justamente el rango de frecuencia que ellos mejor escuchan".

Esto es muy importante porque, su cuerpo está pensado para que socialicen y que se puedan encontrar unos a otros en la naturaleza. "Además, son capaces de diferencias las voces de cada individuo dentro de un grupo", afirma Valls.

"También se ha demostrado que son menos sensibles a los sonidos fuertes o estridentes, ya que son capaces de regenerar las células que procesan la información, no como nos ocurre a las personas, que vamos perdiendo audición con el paso de los años", explica. 

Sin embargo, el hecho de que no cuenten con un oído como tal, hace que no les sea tan fácil como a nosotros el saber desde dónde viene un sonido. "Tienen un rango auditivo más bajo que las personas y conocer el ángulo de un sonido les cuesta un poco más", concluye el experto en psitácidas.

Inés López
Colaboradora '20minutos'

Soy Inés López García. Me formé en la Complutense con la intención de acabar informando sobre animales y medioambiente. Tuve mi primera oportunidad laboral en el medio local 'Madridiario'; luego entré en '20minutos', donde pude escribir sobre cine, series y videojuegos, mis tres hobbies. Me mudé a Londres para mejorar el inglés y escribir sobre el Brexit y el covid en la distancia. En la actualidad escribo sobre lo que siempre quise, animales, en la sección Animaleros de '20minutos'.

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