Nacional

Escrivá plantea "ajustes" en las pensiones, pero rechaza aumentar más el período de cálculo, que seguirá siendo de 25 años

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá.
EDUARDO PARRA

El período de que se toma en cuenta para determinar la cuantía de la pensión, que actualmente es de 25 años, no subirá a los 35. Así lo ha avanzado este lunes el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, que sí ha planteado "ajustes" que podrían hacerse para excluir años o mejorar el tratamiento en ciertos aspectos de la cotización. Así lo ha asegurado el ministro en una entrevista concedida a RNE antes de reunirse con los agentes sociales, con quienes deberá negociar la última parte de la reforma de pensiones.

El titular de Seguridad Social ha asegurado que la ampliación en diez años del tiempo que se ha de trabajar para calcular la pensión no se realizará "en ningún caso", pese a que existió un borrador en este sentido cuando el Gobierno estaba inmerso en la realización del Plan de Recuperación enviado a Bruselas para recibir los fondos europeos. Así pues, los "ajustes" que plantea el ministro van en otro sentido para garantizar la sostenibilidad del sistema, actualmente en entredicho.

"Hay que elevar progresivamente la pensión máxima y aumentar la cotización de la base máxima. Si lo hacemos de forma gradual aumentará la recaudación en términos de cotizaciones sociales", ha asegurado el ministro. Escrivá también ha planteado que los trabajadores puedan excluir sus peores años de cotización, ya que para uno de cada tres trabajadores sus últimos años cotizados ya no son los mejores.

Con todo, tanto el período de cálculo para las pensiones y las bases máximas serán los dos temas centrales de la nueva fase de la reforma de las pensiones, que ha comenzado hoy y que el Ejecutivo pretende cerrar con acuerdo antes de fin de año, tal y como se comprometió con Bruselas. Bajo este contexto se ha reunido este lunes el secretario de Estado de Seguridad Social, Borja Suárez, con representantes empresariales -CEOE y CEPYME- y sindicales -UGT y CCOO-.

Desde Comisiones Obreras han señalado que lo importante es "culminar y completar" los "elementos de mejora de ingresos del sistema que no se abordaron en la primera fase". Esto pasa por "la recuperación y revisión de la modalidad de la jubilación parcial". También, el destope de las bases máximas de cotización. Justamente esta propuesta estuvo cerca de incluirse en el proyecto de ley de impulso a los planes de pensiones de empleo, una de las iniciativas estrella de Escrivá que se aprobó en el Congreso el pasado mes de junio. No obstante, se debió a un error en la votación que luego fue subsanado por el Gobierno de coalición con el compromiso de abordar dicho hecho en la segunda parte de la reforma de las pensiones.

En la actualidad, una parte de los sueldos en bruto que cobran los trabajadores se cotiza a la Seguridad Social, que emplea ese dinero para pagar las pensiones que actualmente mantiene. El dinero que cada empresa y empleado pagan para sostener el sistema es proporcional al sueldo: cuanto más alto es, más pagan. Pero hay un límite para esas cotizaciones: a partir de los 4.139 euros mensuales de sueldo bruto, lo que aportan la empresa y el trabajador se congela, lo que implica que un contrato de 4.139 euros al mes y uno de 8.000 cotizan lo mismo.

Las pensiones se actualizarán con el IPC

Sobre pensiones también ha hablado este lunes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha insistido en que se actualizarán conforme al Índice de Precios al Consumo (IPC). "Nunca más un pensionista perderá poder adquisitivo en la actualización anual", ha lanzado el jefe del Ejecutivo en una comparecencia frente a su grupo parlamentario. Todo ello, pese a que la alta inflación -que podría superar el 7% de media anual- supondría un coste para el Estado de más de 17.000 millones de euros.

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