Motor

Un suave murmullo: Jaguar XF 3.0D V6 S

Lujoso interior del Jaguar XF 3.0 V6 Diesel S.
AUTOSCOUT24

El primer diésel de Jaguar llegó en 2004 para romper moldes y fue un éxito de ventas. En 2008 llego su sucesor, el XF, pero su motor V6 se quedaba por detrás de la competencia. Jaguar ha reaccionado y ha actualizado su XF Diésel para ponerlo a la altura de sus competidores. Con 275 CV de potencia en vez de 207 y 600 Nm de par en lugar de 435, proporciona excelentes prestaciones, gran suavidad de conducción y bajo consumo.

La propulsión se ve claramente mejorada gracias al aumento de cilindrada de 2.7 a 3.0 l, un turbocompresor secuencial paralelo, un sistema mejorado de recirculación de los gases de escape y nuevas bujías. Además, el sistema diésel common-rail de inyección a 2000 bar se encarga de conseguir una combustión más baja en contaminación acústica y emisiones. De hecho, el motor cumple ya con la Norma Euro 5.

Pulsamos el botón de encendido para arrancar un motor que esconde todo su potencial tras un suave murmullo. A continuación giramos el moderno selector de marchas automático en posición D y aplastamos a fondo el acelerador para experimentar, con un retraso mínimo, una abundante propulsión. También en los acelerones intermedios el motor reacciona prácticamente sin retraso en la entrada del turbo, con fuerza y espontaneidad y los adelantamientos en carretera se convierten en una fugaz demostración de superioridad. Con sus 1,8 toneladas, acelera de 0 a 100 km/h en poco más de 6 segundos, con sobrada capacidad para alcanzar los 250 km/h de velocidad máxima. Por cierto, la respuesta sonora del V6 a la máxima exigencia de rendimiento es un zumbido ronco; en Jaguar, sólo los motores de gasolina ponen la carne de gallina con su sonido.

Rápida aceleración

Al pulsar el nuevo botón con banderita de salida en la consola central, la respuesta de la transmisión se vuelve un tercio más veloz. Dicho botón "Sport" activa una respuesta más rápida del acelerador y de la caja de cambios, aunque también sin esta función el comportamiento de la caja de seis velocidades es de lo más satisfactorio: los cambios de relaciones se realizan de forma tan veloz como suave y siempre se encuentra la marcha adecuada para cada situación de conducción.

A pesar del cambio automático las buenas prestaciones, el consumo del motor se mantiene bastante prudente. Jaguar declara un consumo medio de 6,8 l cada 100 km. En comparación, el BMW 535d queda un poco por debajo con sus 6,4 l, y el Audi A6 3.0 TDI con Tiptronic lo supera ligeramente con 7,1 l, aunque este último trae su tracción total de serie además del consumo superior.

A partir de ahora, el Jaguar XF sólo está disponible con una atractiva y dinámica tracción trasera, y ya la suspensión estándar es capaz de satisfacer con agilidad nuestras expectativas. En curvas rápidas, la buena respuesta del motor diésel al acelerador, la buena estabilidad en rodadura, una dirección ágil y precisa así como el buen agarre de la frenada nos proporcionarán grandes placeres al conducir por tramos virados a gran velocidad. Huelga decir que todas las características del XF V6D S que acabamos de mencionar podrían ser aún más duras, directas y veloces.

La otra cara de la moneda es que el asiento del conductor no está diseñado para soportar grandes esfuerzos dinámicos transversales. Al tomar curvas rápidas, el conductor se desliza a izquierda y derecha en la banqueta de forma bastante molesta. Lo suyo sería que el XF V6D también dispusiera del asiento deportivo de 18 movimientos que, desgraciadamente está reservado exclusivamente para el XFR y sus 500 CV. Por todo ello, este automóvil de lujo no invita a una conducción agresiva, sino, en todo caso, a deslizarse velozmente, eso sí, siempre con la satisfacción de saber que en cualquier podemos recurrir a una buena reserva de potencia.

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