Juan Luis Saldaña Periodista y escritor
OPINIÓN

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El mercado digital de la carne produce monstruos.
El mercado digital de la carne produce monstruos.
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El mercado digital de la carne produce monstruos.

Que alguien detenga esta maquinaria de fabricar estupideces. Ya no podemos más. La lista empieza a ser insoportable y el abismo que se intuye detrás es infinito. Después de asumir cientos de palabras en inglés, después de poner en nuestras tarjetas y perfiles de empresa cargos con iniciales que no sabemos lo que significan, ahora parece que toca digerir una lista de ridículos verbos en gerundio que explican acciones que tienen que ver con las relaciones de pareja. Dicen que el origen de todo esto es ese mercadillo digital de la carne que se llama Tinder.

Da un poco de vergüenza reproducirlas y mucha pereza explicarlas. Ahí van (perdonadme) algunos ejemplos: pocketing, ghosting, gaslighting, zombieing, bencing, curving, orbiting, mooning, breadcrumbing, caspering y otras aberraciones parecidas. Explico los tres primeros: pocketing sería esconder al novio porque da vergüenza, ghosting es meter fichas, quedar y luego desaparecer, gaslighting -este es el más sangrante- es hacer luz de gas. Apasionante.

Estas palabras en inglés son un rey Midas del lenguaje. Convierten lo que tocan en brillo y, casi siempre, lo transforman en algo torpe y poco útil.

Cuando lees las noticias que dan cobertura y eco a este tipo de tonterías, compruebas que la redacción, frívola y cateta, proviene de gente de una edad respetable que trata de acercarse al pensamiento de generaciones más jóvenes como quien se acerca a darle una zanahoria a un caballo. Hay una cierta pasión entomológica, un coleccionismo obsesivo de manifestaciones de ignorancia y una fascinación absurda por lo anglosajón. Las palabras en inglés son un rey Midas del lenguaje. Convierten lo que tocan en brillo y, casi siempre, lo transforman en algo torpe y poco útil.

Detrás de esta tipificación de comportamientos afectivos filtrados por el canal digital empiezan a intuirse monstruos que asustan y nos llevan al siguiente episodio de este psicodrama de amor y suspense. Cada vez se habla más de hipergamia, de la dificultad que tienen algunos hombres para encontrar pareja, del desengaño, las corazas, el miedo a dar, el miedo a mostrarse, el cinismo como arma, la humillación, la deslealtad, la dependencia turbia y el amor como mito utópico del que hay que desconfiar. Esto es más preocupante y no cabe en una ridícula palabreja en inglés.

Juan Luis Saldaña
Periodista y escritor

Colecciono coca colas falsas en lata y hago fotos a las bolsas de plástico en los árboles. He publicado libros de poemas y relatos. Mi última novela es "Hilo musical para una piscifactoría". Se llevó al cine bajo el título de "Miau". He sido redactor en prensa, presentador en tele y radio y ahora me piden que opine. Licenciado en derecho, MBA, máster en periodismo y doctor en comunicación e información. He tenido una agencia de marketing, alguna experiencia de éxito en comercio electrónico y doy clases en algún máster sobre esto.

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