![El deporte en exceso es un camino complejo.](https://imagenes.20minutos.es/files/image_640_360/uploads/imagenes/2022/09/19/pexels-run-ffwpu-2567016.jpeg)
Pasaron la barrera de los cuarenta y se dieron cuenta de que ya no era lo mismo. La báscula les dio algunos sustos y decidieron buscar soluciones. Había que encontrar algo y el deporte fue, sin duda, el camino. Siempre hay algún amigo o conocido que te da una pista. Comenzaron a correr. Nunca fueron tan deportistas como lo son ahora. Se equiparon con profesionalidad: colores flúor, varios estudios de mercado para elegir calzado, un reloj que lo medía todo y alguien con quien compartir el momento.
Aquello, más o menos, funcionó. La báscula, siempre oscilante, se mantenía en una media aceptable. La salud mejoró y la comida, con algún exceso permitido, estaba dentro de lo normal. Pero no era suficiente. Había que seguir. Se podía ir más lejos, mejorar, recuperar, quizá, el tiempo perdido y encontrar, en cierto modo, la fuente de la eterna juventud: rebobinar, ganarle la partida a la oxidación, sentirse joven, no envejecer.
Siguieron corriendo. Sacaban hueco. Cuando la báscula cambió en el primer dígito comprendieron que todavía había camino por recorrer. Retocaron el menú. Había que hacerlo. No se dieron cuenta, pero se habían pasado de rosca. Se miraban al espejo y no eran conscientes de la realidad: estaban amojamados.
La felicidad es caprichosa y cada uno la encuentra donde la encuentra.
Los amojamados se echan, sin quererlo, diez años encima. La piel de la cara coge un tono mate raro, las patas de gallo explotan en cada expresión, falta relleno en zonas importantes del rostro y la musculatura huye y deja un recuerdo fusiforme como el de esos atletas fondistas africanos que corrían descalzos en las olimpiadas. La fuerza, tan necesaria a su edad, empieza a desaparecer sin que lo noten demasiado.
Cada uno hace lo que quiere con su vida. Solo faltaba. Sin embargo, hay un grupo de amojamados que se dedica al proselitismo digital. Son muy pesados. Están convencidos de que su camino es el camino. Desearían que todo el mundo se amojamara. Atacan por tierra, mar y aire en las redes sociales: consejos de salud, dieta, rutas, equipación, carreras, fotos, vídeos y lo que sea necesario para que el mundo encuentre el verdadero camino hacia la felicidad. Pero no es tan sencillo. La felicidad es caprichosa y cada uno la encuentra donde la encuentra. El ejercicio es sano, el deporte es un gran aliado para la vida, pero no debería ser un fin. La increíble sensación de amojamarse.
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