Internacional

La movilización parcial de Putin, una "muestra de que está perdiendo" la guerra: "Ahora mismo solo le ve ventajas a seguir adelante"

"Quiero recordar a los que se permiten hacer esas declaraciones sobre Rusia que nuestro país también tiene diversos medios de destrucción y que algunos componentes son más modernos que aquellos con los que cuentan los países de la OTAN". Vladimir Putin decidió este miércoles dar una vuelta de tuerca más a la invasión de Ucrania. Tras muchas incógnitas sobre una comparecencia que iba a llegar ya el martes pero no llegó, el presidente ruso anunció una "movilización parcial" de efectivos para enviar al frente como respuesta a las contraofensivas lanzadas por Kiev en las últimas semanas. Es la tercera vez en la historia que en Rusia se da, aunque ahora sea solo parcial, una movilización de este tipo: las anteriores fueron en 1914 y en 1941, con las dos Guerras Mundiales.

El anuncio, que afecta directamente a 300.000 hombres, ha servido también para que Putin lance un nuevo órdago contra Occidente, a quien responsabilizó por haber "cruzado todas las líneas rojas" frente a Rusia. "Esto no es un farol", repitió en su discurso televisado (el primero desde que anunció la invasión a finales de febrero), aumentando la sombra del posible uso de armas nucleares. Además, expresó que los países que ahora están del lado de Ucrania "llevan trazando estos planes desde hace mucho tiempo" y les culpó también de la desintegración de la Unión Soviética. Otro porqué de este paso es "dar protección" a los referéndums previstos para estos días en Donetsk, Lugansk, Jersón o Zaporiyia.

Desglosadas las cifras, esa movilización incluye 10.000 petroleros, 15.000 artilleros, 50.000 fusileros motorizados y 20.000 oficiales de línea, y los enviados al frente ven compensada su posición en la reserva con un sueldo que abarca tanto su presencia en la misma como las maniobras de entrenamiento a la que se someten cada dos meses, según explican los medios oficiales rusos. Además, el Kremlin dará prioridad a los que han sido dados de baja recientemente del servicio militar y los que lucharon en "puntos calientes", como puede ser por ejemplo el Donbás, donde la guerra está presente desde 2014.

Putin, cuya debilidad se ha hecho también evidente en las últimas fechas tras el avance de las tropas ucranianas, no se limitó a ir contra Kiev, sino que responsabilizó de la situación a Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea. "Washington, Londres y Bruselas están empujando directamente a Kiev para que traslade las operaciones militares a nuestro territorio. Ya no esconden que Rusia debe ser derrotada por todos los medios en el campo de batalla, seguido por la privación de toda soberanía política, económica y cultural", sostuvo, antes de acusarles de "imponer de forma cruda su voluntad sobre otros países y pueblos e imponer sus pseudovalores".

"Es una reacción y es un aviso a los países de la OTAN"

Antonio Alonso, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad CEU San Pablo, explica a 20minutos que no está "dentro de la mente" de Putin, pero sí avisa de una cosa: "Puedo decir que ojalá sea simplemente una treta para ganar tiempo. Ahora bien, los referéndums y luego enviar 300.000 hombres es claramente una escalada en el conflicto". El paso de Putin no es una acción, sino una reacción. "Es una reacción a un dato que él no esperaba: que Ucrania recibiera tanta ayuda de los países de la OTAN. Si la guerra hubiera sido solo de Rusia contra Ucrania en un mes habría acabado, pero no ha sido así. Con esa ayuda extra de la OTAN el conflicto se ha prolongado. Es una reacción y es un aviso a los países de la Alianza para que tomen nota", desarrolla.

Sobre las posibles revueltas a nivel nacional, Alonso recalca que "es difícil que el país se le vaya de las manos pero sí pueden empezar a salir más voces discrepantes". Y viaja al pasado. "Históricamente el pueblo ruso cuando se ha visto atacado por un enemigo exterior ha cerrado filas con los dirigentes, incluso si el dirigente es Stalin", comenta el profesor. Teniendo en cuenta esto, termina Alonso, "si Putin declara una guerra total contra la OTAN seguiría adelante con la guerra en Ucrania y además apaga cualquier rebelión a nivel nacional. En ese escenario Putin solo le ve ventajas a seguir adelante y solo le ve desventajas a rebajar la tensión".

El plan A ha fracasado, que era hacer caer al Gobierno ucraniano; el B era conquistar el Donbás y no lo ha conseguido todavía

Por su parte, Pablo del Amo, coordinador de Descifrando la Guerra, no considera la decisión de Putin como "una maniobra desesperada" sino como "una muestra de que está perdiendo la guerra". El analista esgrime que "el plan A ha fracasado, que era hacer caer al Gobierno ucraniano; el B era conquistar el Donbás y no lo ha conseguido todavía, y además han perdido casi todo el oblast de Járkov". Con todo, dice, "Putin sabe que no puede perder esta guerra" y ahora mismo la sensación es de que lo está haciendo. "Esto es una fase más del conflicto, es una escalada", comenta Del Amo. Este nuevo escenario empieza con la convocatoria de referéndums y sigue con la movilización.

"La lógica de la guerra cambia para Rusia, ya no es una operación militar especial, aunque todavía no hay una declaración de guerra como tal. Ucrania, para Moscú, está invadiendo territorios rusos", según el ideario de Putin. "Es una solución que sale porque Rusia cree que está perdiendo la guerra, no es algo desesperado". Eso sí, Del Amo asume que puede haber rebeliones a nivel nacional en Rusia. "Quién sabe si esto abre la puerta a una movilización general y hay que tener en cuenta además que la economía ya lo nota". El analista, no obstante, pide "esperar para saber si esto se le va a volver en contra a Putin". Todo se verá "dependiendo de cómo vayan las cosas en el campo de batalla; si no hay cambios puede que crezca la presión, pero eso solo lo dirán el tiempo y los acontecimientos".

"Diría que, desde cierto punto de vista, es una noticia positiva. Es un potente disparo en el pie por parte de Rusia. Tenemos que entender que estamos viviendo un momento histórico cuando Rusia empieza a reconocer sus pérdidas en el este", sostuvieron desde el Gobierno. Para ellos, la decisión de Putin es una muestra de que "está perdiendo" la guerra y Kiev afirma además que el proceso "provocará una enorme oleada" contra el presidente en Moscú. Entre el equipo de Zelenski tienen claro además que el Ejército ruso "está destruido" y carece de "capacidad de combate". Sobre todo esto quien fue muy rotundo fue el ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba: "Quiere lanzar más hombres [a la guerra] cuando no tiene opciones de ganar".

"Nadie, nada más que Rusia, ha buscado el conflicto"

Esa tesis es compartida por todos los aliados de Kiev. Estados Unidos considera que Putin ha mostrado "un signo de debilidad" con la movilización parcial pero al mismo tiempo avisa de que hay que tomarse "en serio" las amenazas sobre el uso de armas nucleares. Joe Biden apuntó que "nadie, nada más que Rusia, ha buscado el conflicto" y aseguró que ya están trabajando para que Putin "pague por todas las atrocidades que está cometiendo". Dijo además que EE UU está "decidido a defender la democracia en el mundo entero" frente a las autocracias como Rusia.  Washington lidera de facto a una OTAN que hace un análisis similar del giro ruso. "Es una escalada pero no nos sorprende. Rusia ha hecho un grandísimo error de cálculo en esta guerra y no le va como ellos querían", expresó el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg.

La UE, por su parte, habló de "desesperación" en el Kremlin. "Esto es solo otra prueba de que Putin no está interesado en la paz, sino en escalar su guerra de agresión", comentó el portavoz de Exteriores de la Unión, Peter Stano, en rueda de prensa desde Bruselas. El Alto Representante, Josep Borrell, mantuvo el duro discurso que le lleva caracterizando desde el inicio de la invasión. "La agresión tiene consecuencias también para la población rusa y no es solo un ataque contra Ucrania, sino contra los principios de la comunidad internacional", sostuvo, y repitió que "la paz mundial está en peligro". También la primera ministra británica, Liz Truss, afeó a Putin que decida lanzar "una preocupante escalada" y ve en ello "una admisión de que está fracasando" en Ucrania. Además, ha insistido ante la primera dama ucraniana, Olena Zelenska, que Londres "seguirá al lado" de Kiev.

No hay opción, llegada la guerra a este punto, para una vía diplomática que siempre ha estado herida de muerte, pero incluso China ha pedido a Putin que priorice el diálogo para resolver el conflicto. El gigante asiático, que se ha posicionado al lado de Moscú o como poco ha adoptado durante estos meses una posición de teórica neutralidad, salió al paso de la movilización con un comunicado en el que reclamó "un alto el fuego con el que las preocupaciones de seguridad de las partes queden satisfechas". El caso turco es todavía más claro. El hasta ahora mediador en la invasión ya instó a Putin a "devolver" los territorios ocupados, incluida Crimea, dando además prioridad a la negociación. Pero Putin no ha recogido -ni ahora ni nunca- ese guante.

El análisis de Emilio Ordiz

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