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El príncipe Guillermo y Kate Middleton reaparecen tras el funeral de Isabel II con un acto muy especial

El príncipe Guillermo y Kate Middleton, en Belice.
GTRES

Desde que a comienzos de septiembre falleciese la reina Isabel II, todo Reino Unido quedó parado. No solo por el funeral de Estado que se le ha hecho a una de las monarcas más longevas de la historia, sino también por la proclamación como nuevo rey de su primogénito, Carlos III, pasando el título de heredero al príncipe Guillermo.

Precisamente él y su esposa, Kate Middleton, han realizado este jueves su primer acto público tras las exequias y los fastos por la soberana en los que debutaban como duques de Cornualles y Cambridge (ahora les corresponden ambos) y en las que las cámaras recogían cada uno de sus gestos, sobre todo en lo tocante a su hermano y cuñada, el príncipe Harry y Meghan Markle.

La agenda ha llevado al príncipe Guillermo y a Kate a utilizar su primer evento para rendir precisamente un cálido homenaje a todos aquellos voluntarios que se aseguraron de que el último adiós que se le ha dado a la reina saliese tal y como estaba previsto, reuniéndose con algunas de estas personas que se pusieron a disposición de la familia real británica en tan difíciles momentos.

Según comentan varios medios locales, los duques se mostraron muy cercanos con todos aquellos que les habían acompañado estas semanas pasadas y, a pesar del luto que aún guardan, se les pudo captar compartiendo confidencias, riéndose y hasta bromeando con los presentes, señal de que están más relajados del estrés de estos días.

Con un largo abrigo negro de Dolce & Gabbana, con inspiración militar, Kate Middleton ha continuado el duelo por la muerte de la reina, mientras que precisamente Guillermo ha abandonado el uniforme militar y ha optado por un traje de chaqueta oscuro con corbata negra.

Ambos, por ahora, están aún haciéndose a la idea de lo poco que ha tardado Carlos III en nombrarles príncipes de Gales, un título que no se hereda sino que ha de ser designado por el soberano. No por nada Isabel II tardó cerca de 5 años en concedérselo a su hijo.

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