Comunitat Valenciana

Cuarenta días de cruce de culpas entre Puig y Sánchez por el tren de Bejís que se adentró en el fuego

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, junto al presidente valenciano, Ximo Puig, comparece en la zona afectada por el incendio forestal de Bejís, en Castellón, el 22 de agosto de 2022.
LA MONCLOA

El pasado 16 de agosto, un tren que cubría la línea València-Zaragoza con 49 pasajeros a bordo acabó envuelto por las llamas del incendio de Bejís (Castellón), lo que provocó heridas por quemaduras a más de una decena de personas al saltar varios viajeros a la vía presos del pánico. ¿Por qué el convoy no fue avisado? ¿Debió Emergencias de la Generalitat alertar a Adif o a Renfe? ¿Son responsables la empresas estatales? ¿Funcionaron los protocolos? Más de un mes después de aquellos hechos, ninguna administración ha asumido responsabilidades por el incidente y todavía quedan numerosas incógnitas por resolver. El PP ha pedido por dos veces una comisión de investigación en Les Corts para averiguar qué pasó y qué mecanismos se pueden mejorar de cara al futuro.

Precisamente, la semana pasada fue dada de alta una mujer de 43 años que permanecía hospitalizada en La Fe desde aquel día, aunque seguía ingresada otra paciente de 62 años, que era la herida que presentaba mayor gravedad de todos.

El pasado 1 de septiembre, la consellera de Interior, Gabriela Bravo, compareció para informar del suceso en Les Corts, donde afirmó que el Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat no recibió del Puesto de Mando Avanzado (PMA) del incendio de Bejís ninguna instrucción para que cortara la línea férrea València-Zaragoza debido al fuego: "No se pudo comunicar nada" ni a Adif ni a Renfe, afirmó en respuesta a la petición de dimisión del PP. 

"No es cuestión de que haya un fallo de comunicación. No puedes comunicar lo que no existe", replicó Bravo, que añadió citando un informe técnico preliminar que si no hubo instrucción para cortar la línea de tren fue debido a una imprevisible "tormenta de fuego" desatada en la zona. La semana pasada, el PP insistió de nuevo en la creación de una comisión de investigación y acusó a Bravo de "escurrir el bulto", en palabras de la portavoz adjunta en Les Corts, Elena Bastidas.

La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, también del PSOE, dijo que las empresas estatales cumplieron los protocolos de seguridad y no recibieron ningún aviso por incendio para parar el tren. Apuntó a "otras administraciones, pues son las que tienen conocimiento de los incidentes en el entorno que puedan afectar a la vía".

El papel clave de la maquinista

La actuación de la maquinista en aquel momento crítico fue determinante para evitar males mayores. Tanto la ministra de Transportes como los sindicatos alabaron su reacción, ya que hizo retroceder el tren hasta la estación de Caudiel, si bien algunos viajeros ya se habían bajado del mismo (los tuvo que ir recogiendo), lo que provocó las quemaduras a algunos de ellos. Los sindicatos criticaron la ausencia de un interventor que hubiera informado y calmado al pasaje en una situación de pánico.

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