Horas después de anunciar su feliz compromiso con Íñigo Onieva, Tamara Falcó tuvo que pasar por el trago de ver unas imágenes de su chico besando a otra mujer.
Aunque Oniega ha justificado de forma tajante en declaraciones a los medios de comunicación el motivo de ese beso, lo cierto es que el movimiento de la marquesa de Griñón de eliminar de las redes la fotografía del anuncio de su compromiso ha hecho saltar las alarmas.
Después de esa acción, Falcó reapareció ante los medios, que la abordaron en la calle mientras sacaba a pasear a sus perros.
Visiblemente afectada, con semblante serio y parca en palabras, la hija de Isabel Preysler intentaba esquivar a los reporteros que preguntaba por su estado anímico tras ver las imágenes.
Con ellos tuvo un enfrentamiento cuando se paró solo para pedir que la dejaran tranquila. "¡Por favor, dejad de agobiarme!", alcanzó a decir únicamente la colaboradora de El Hormiguero.
Además, y según apuntaron en Ya es verano, la marquesa de Griñón habría tomado una drástica decisión: abandonar la vivienda que comparte con Íñigo Onieva con sus dos perritas y refugiarse en casa de Isabel Presyler.
"No ha parado de llorar y, aunque Íñigo intenta conectar con ella por todos los medios, ella no quiere hablar con él", apuntaba uno de los colaboradores del programa de Telecinco.
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