Internacional

El éxodo de jóvenes rusos se acelera mientras Putin se prepara para anunciar el viernes la anexión de las cuatro provincias ucranianas

Los rusos que huyen hacia la UE.
Carlos Gámez

No son unos pocos, sino miles. El éxodo de rusos, especialmente jóvenes, se acelera con el paso de los días mientras el Kremlin sigue con el reclutamiento para la movilización parcial hacia el frente en Ucrania. La represión en las manifestaciones se une al hecho de que mucha gente le da la espalda a Vladimir Putin. Los datos hablan por sí solos: a diario 10.000 ciudadanos rusos cruzan hacia territorio georgiano y más de 7.000 pasan a Finlandia.

Solamente  el lunes, llegaron a Finlandia más de 7.700 personas, según las estadísticas de la Guardia Fronteriza, que detecta un descenso con respecto al "pico" de llegadas que supuso el fin de semana. "La mayoría siguen hacia otros países", ha explicado este martes la institución en sus redes sociales. En el caso finés hay una particularidad, y es que es uno de los países más duros en lo que respecta a las restricciones de entrada a los ciudadanos rusos. En Georgia la situación también preocupa. Allí las llegadas de rusos han subido al menos un 40% desde el anuncio de la movilización. Las autoridades locales estiman que, cada día, unos 10.000 ciudadanos rusos cruzan hacia territorio georgiano.

El ministro del Interior, Vajtang Gomelauri, ha confirmado que su Gobierno no cerrará las fronteras y se limitará por ahora a reforzar las tareas de control. En el paso de Verjni Lars, el más transitado, las colas de vehículos al otro lado han llegado a alcanzar los 25 kilómetros, informa la radiotelevisión pública británica BBC. En Kazajistán se está dando una situación similar, aunque en este caso su Ejecutivo es cercano al Kremlin. Este mismo lunes, además, ha hecho una llamada "a la unidad y a la armonía" y se ha declarado como "neutral" respecto a la invasión.

Por otro lado, la inteligencia del Reino Unido consideran "muy realista" pensar que Putin anuncie el viernes la anexión formal de los territorios del este de Ucrania donde se están celebrando durante estos días referéndums: Lugansk, Donetsk, Jersón y Zaporiyia, que están parcialmente bajo control de las tropas rusas. Según la Comisión Electoral, las consultas alcanzaron un apoyo de más del 97% a las anexiones. Eso sí, ni Ucrania ni Occidente dan validez a lo que salga de las votaciones.

Putin tiene previsto dirigirse ese día a ambas cámaras del Parlamento, por lo que Londres espera que aproveche la ocasión para formalizar un anuncio que, como ya avanzó el Kremlin, sería rápido una vez se conozcan los resultados de las consultas que concluyen este martes. La inteligencia militar británica pronostica que la anexión servirá a Putin para justificar su ofensiva militar y tratar de "consolidar el apoyo patriótico" a la causa, después de las últimas derrotas en el campo de batalla y del ya mencionado malestar social derivado de la llamada a filas de reservistas.

Para Moscú este es un momento clave en la guerra, y Putin decidió dar un paso más con la movilización parcial, la cual puede entenderse como una declaración oficial de guerra a medias. No obstante, Rusia no tiene previsto solicitar la repatriación de los ciudadanos que se encuentren en otros países, descartando por tanto la potencial deportación. "No se promoverá un retorno forzoso de los hombres que no se encuentren en territorio ruso", aseguraron desde el Ministerio de Defensa.

Es cada vez más evidente que la guerra va para largo y la sombra de la amenaza nuclear es cada vez más alargada, pero el Kremlin cree que la OTAN no intervendría directamente si Putin utiliza este tipo de armamento en Ucrania. "Imaginen que Rusia se ve forzado a usar el arma más formidable contra el régimen ucraniano, que ha cometido un acto de agresión a gran escala que supone un peligro para la existencia de nuestro Estado. Creo que la OTAN no intervendría directamente en el conflicto ni siquiera en esta situación", expresó el expresidente ruso Dimitri Medvedev.

La seguridad de Washington, Londres y Bruselas es mucho más importante para la Alianza Atlántica que el destino de la condenada Ucrania

Cree asimismo que el apoyo de Occidente a Ucrania tiene un final. "Después de todo, la seguridad de Washington, Londres y Bruselas es mucho más importante para la Alianza Atlántica que el destino de la condenada Ucrania, a la que nadie necesita, incluso si le dan suministros abundantes de armas. El suministro de armas modernas es un negocio para los países occidentales, que están muy implicados en el odio hacia nosotros", sostuvo, y para sentenciar parafraseó al propio Putin en su discurso de la semana pasada: "No pediremos permiso a nadie y no habrá largas consultas. Definitivamente, no es un farol".

La jornada, en todo caso, también ha estado marcada por las tres fugas detectadas en los gasoductos rusos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, que han "alarmado" al Kremlin y han provocado que Dinamarca haya declarado la emergencia en los sectores eléctrico y gasístico del país. En Suecia el estudio también se ha activado y ninguna de las partes descarta que se trate de un "sabotaje". Rusia tampoco se moja: "No se puede descartar ninguna hipótesis", aseguró el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov. Ucrania sí fue más allá y apuntó que se trataba de un "ataque terrorista" por parte rusa. Los dos tubos mantienen gas dentro pese a que Rusia decretó el bloqueo del suministro culpando a las sanciones de la UE.

Además, el gabinete de ministros de Ucrania ha adoptado este martes una resolución para prohibir la exportación de mercancías a Rusia hasta que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, ponga fin a la ley marcial y de movilización decretada en respuesta a la guerra. "La resolución prevé la prohibición de exportar fuera del territorio aduanero de Ucrania mercancías en virtud de contratos económicos extranjeros, cuyo comercio o país de destino sea la Federación Rusa", explica en un comunicado el Ministerio de Economía, que agrega que "no tendrá consecuencias económicas negativas".

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