En nanosatélite

Pere Aragonés ha hecho lo que debía hacer. Ningún president con un mínimo de autoridad puede tolerar que su segundo de abordo actúe con deslealtad manifiesta. No advertir al president de que se estaba preparando la petición de una moción de confianza es un golpe bajo, muy bajo. 

Jordi Puigneró ha salido del Govern en nanosatélite pero aún no sabemos qué nos espera en la galaxia gubernamental. Llevamos demasiado tiempo contemplando astros que se apagan como si fueran estrellas fugaces y meteoritos que chocan entre sí. Pienso, por ejemplo, en Elsa Artadi, en Eduard Pujol y Assumpció Puig. Ya veremos como acaba la apuesta de Junts con Xavier Trias, si no hay tregua, como candidato para Barcelona. 

Algunos, con sus batallitas de salón para lograr la hegemonía en el independentismo, perpetúan la parálisis gubernamental que nos aqueja desde hace una década

Se suponía que en el Debate de Política General los problemas energéticos, la pobreza y la lucha contra la inflación iban a ser los temas centrales. No ha sido así. Algunos, con sus batallitas de salón para lograr la hegemonía en el independentismo, perpetúan la parálisis gubernamental que nos aqueja desde hace una década. 

Con unos presupuestos de incierto futuro a la vuelta de la esquina el deterioro del Govern es una mala noticia para los ciudadanos. Crece el escepticismo entre los catalanes respecto a la capacidad de gestión, pactos y acuerdos de sus políticos en activo. Estamos tocando fondo. 

El asunto Laura Borràs mancilló la lógica del Parlament como institución. La pelea del Govern no augura nada bueno. Puigneró va en nanosatélite pero los catalanes podemos acabar estrellados.