Padres empresarios y divorciados y una hermana actriz: así es la familia de Íñigo Onieva
Si la vida es una tómbola, Íñigo Onieva tenía todas las papeletas para llevarse un gran premio y por su mala cabeza se ha ido con las manos vacías a su casa. Allí le esperaba su familia, en quien se ha refugiado ante las constantes muestras de cariño hacia Tamara Falcó, quien hasta hace nada era su prometida y hoy por hoy ya es su expareja.
Dos años de noviazgo y un anillo que ha durado apenas unas horas en el anular de la marquesa de Griñón por una (o unas) infidelidad que el empresario de la noche madrileña, de 33 años, cometió en el festival Burning Man, celebrado a finales de este mismo verano en Nevada, Estados Unidos.
Así, mientras la hija de Isabel Preysler está siendo arropada por esta, Íñigo ha hecho lo propio con los suyos. Por una parte su padre, que también se llama Íñigo Onieva, y que es un conocido empresario que actualmente trabaja como director global de E-Commerce del Grupo Barceló, aunque su residencia la tiene en México, donde se marchó tras divorciarse de Carolina Molas, madre del ya exprometido de Tamara Falcó. Allí, por cierto, se casó de nuevo y tuvo otro hijo, Willy.
Los niños, tras el divorcio de sus padres, se quedaron en la casa de La Moraleja con Carolina, quien estas semanas ha salido varias veces por televisión asegurando lo mal que lo estaba pasando su hijo. A sus 53 años, la que hubiese sido suegra de Tamara Falcó es otra importante empresaria, dado que lleva las riendas de la empresa familiar CEMEVISA. No por nada este mismo año ha obtenido el premio CEO del 2022 por la distribución de electrodomésticos de consumo.
Y queda su hermana, Alejandra Onieva, quizá uno de los rostros más populares entre quienes disfrutan las series de sobremesa. Es actriz y, a sus 30 años, ha participado en más de 700 capítulos de la serie El secreto de Puente Viejo, así como se ha podido ver su rostro en otras series como Alta mar o Presunto culpable o en películas como Por un puñado de besos o Novatos. Se ha mantenido, eso sí, en un segundo plano en la polémica de su hermano.