Las señales de alarma de alumnos en bandas juveniles: camisetas con números, anillos con picos, figuras de animales, regalos al líder...

Dos estudiantes, en una foto de archivo.
Dos estudiantes, en una foto de archivo.
EUROPA PRESS - Archivo
Dos estudiantes, en una foto de archivo.

Las adicciones a sustancias ilegales de los jóvenes y el problema de las bandas juveniles han entrado de lleno en la agenda política de la Comunidad de Madrid, donde este lunes el Gobierno presidido por Isabel Díaz Ayuso ha enviado a todos los colegios e institutos unos protocolos, que son de obligado cumplimiento, de prevención del riesgo que sirvan para detectar y prevenir que el alumnado entre en estas "organizaciones criminales" o en las drogas. Estos establecen una serie de pautas que ayudarían a los profesores a detectar posibles señales de alarma como figuras de animales, regalos al líder, o llevar anillos con picos o puntas, entre otros.

En el caso de las adicciones al consumo de sustancias ilegales, por ejemplo, el Gobierno regional señala cuando el alumno esté en posesión injustificada de inhaladores o pegamentos; muestre un bajo rendimiento académico; tenga una conducta antisocial en el centroincoherencia en la forma de hablar o caminar; tenga padres consumidores de drogas; una baja supervisión familiar; historia familiar de conducta antisocial; actitudes parentales favorables hacia el consumo de sustancias adictivas; bajas expectativas para los hijos o abuso físico.

En el caso de poder ingresar o pertenecer a una banda juvenil, algunas de las señales de alerta que se recogen en estos protocolos son que el alumno lleve dibujos extraños o con simbología de grupos violentos en la ropa (cinturón, detrás de la gorra...) mochila o en los libros; que lleve anillos ostentosos de metal con picos o puntas; armas blancas o cúter, lápiz afilado, bolígrafo manipulado, cinturones con hebillas de metal.

Otro de los aspectos es que haya cambiado de forma radical su imagen corporal utilizando camisetas con números (13, 18, Sur, Norte...); que tenga figuras de animales: león, murciélago, escorpión, águilas, dragones; una particular forma de caminar o hablar (utilización de jerga); que utilice bandanas o gorras tipo beisbolera; que use collares con bolas de colores (negro, amarillo, negro, azul, blanco); tatuajes alusivos a la pertenencia a uno de estos grupos; practicar o realizar frecuentemente signos o señales con las manos o el tipo de calzado y marca.

En cuanto al liderazgo: suelen dirigirse a él los compañeros; se le dirigen con las manos atrás; están pendientes los compañeros de lo que dice; imitan los compañeros su comportamiento; algunos de sus compañeros se hacen responsables de actos o acciones que no han cometido; suelen sus compañeros regalarle cosas; mantienen conversaciones aisladas con él o suele intervenir directamente en conflictos en que se encuentran involucrados sus amigos.

En relación con el entorno familiar, el Ejecutivo destaca actitudes autoritarias en la crianza de los hijos, bajo nivel de estudios y bajos ingresos de los padres o escaso control o supervisión del menor.

También influye tener antecedentes de victimización de violencia; víctima/acoso escolar; de conducta agresiva temprana; poco control de la conducta o conductas autolesivas.

El objetivo de este documento es el análisis y valoración cualitativos de la situación en la que se encuentra el alumno, a los efectos de una adecuada toma de decisiones y planificación posterior de acciones facilitadoras de bienestar y protección en el entorno educativo, sostienen desde la Comunidad de Madrid.

"No tenemos que generar alarmas injustificadas", indicó el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Enrique López, pero "tenemos que tomar nota de lo que está pasando". "No existe en nuestra región una percepción generalizada de inseguridad vinculada a estas bandas, pero sí hay un goteo de hechos que son realmente inaceptables ante los que no podemos permanecer impasibles", añadió el vicepresidente, consejero de Educación y Universidades, Enrique Ossorio, durante la presentación de sendos protocolos.

Además, Ossorio ha explicado que la secuencia básica de estos planes conlleva varias fases: la notificación por parte del centro de hechos que pueden ser indicio del problema; recogida de información y entrevistas con la familia, el alumno, o sus compañeros; reunión para analizar la situación, resolución sobre la apertura de un Plan de Intervención en caso necesario; comunicación a la familia y autorización para derivar al alumno a servicios externos y, por último, envío del expediente a la Dirección de Área Territorial correspondiente y a la Unidad de Convivencia.

Por su parte, López ha destacado que los nuevos protocolos persiguen evitar, prevenir y detectar la integración de menores en las bandas, así como su entrada en el mundo de las adicciones, "sean del tipo que sean", pero con un especial énfasis en el consumo de sustancias ilegales.

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