Caos británico. Desconcierto total en las filas tories ante el errático estreno de la nueva premier. Liz Truss ha tenido que recular en su anunciada rebaja de impuestos a las rentas más altas ante sus devastadores efectos en los mercados y el derrumbe de la libra esterlina. Quien ha dado la cara ha sido su ministro de Economía, pero la mandataria británica sale tan tocada del episodio que ya se piensa en el relevo solo un mes después de tomar posesión del cargo. Las encuestas reflejan un desplome del Partido Conservador que celebra esta semana su congreso en medio del caos y con la moral por los suelos.