Kate Middleton se molestó cuando Meghan Markle confesó sus problemas de salud mental

La duquesa de Cambridge, Kate Middleton, y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, en el torneo de Wimbledon de 2018.
Kate Middleton y Meghan Markle en el torneo de Wimbledon de 2018.
GTRES
La duquesa de Cambridge, Kate Middleton, y la duquesa de Sussex, Meghan Markle, en el torneo de Wimbledon de 2018.

Ya hace unos años, antes de la pandemia y en un viaje por Sudáfrica, a Meghan Markle un periodista le preguntó, sencillamente, cómo estaba y si se estaba acostumbrando bien a ser parte de la familia real británica. La respuesta de la esposa del príncipe Harry dejó un poco boquiabiertos. "Gracias por preguntar, porque no son tantos los que me han preguntado si estoy bien, pero lo cierto es que es duro pasar por todo esto entre bastidores", dijo. Algo que, entendido como que hablaba de salud mental, fue muy bien recibido por sus seguidores... Menos por Kate Middleton.

Al menos así lo atestigua Courtiers: The Hidden Power Behind the Crown (Cortesanos: el poder oculto detrás de la Corona), un libro escrito por el periodista Valentine Low, uno de los expertos en la monarquía del periódico The Times, que explica como esas palabras, aparte de dar cuenta del comienzo del hartazgo de la duquesa de Sussex, no sentaron muy bien entre otros royals.

De hecho, la princesa de Gales y su esposo, el príncipe heredero Guillermo, lo vieron, según Low, "como un intento deliberado de sacar a la pareja en los titulares". Todo ello a costa de la salud mental, lo que evidenciaba aún más que la relación entre hermanos se estaba resquebrajando a pasos agigantados.

Sin embargo, el libro va más allá y explica que fue la exactriz quien intentó que mediaran desde Buckingham Palace de cara al público. Después de lo que ocurrió en la prueba de vestuario para las damas de honor de la boda de la duquesa de Sussex (una versión decía que Meghan hizo llorar a Kate; otra, más tardía, que fue al contrario), Meghan se enfrentó a palacio.

"Lo cierto es que, después de la prueba del vestido, Meghan se obsesionó con tratar de persuadir a la oficina de prensa de palacio para que publicara algo que negara la historia [de que hizo llorar a la heredera]", escribe Low en el libro. Pero no le hicieron caso.

Mucho más tarde sería ella quien contaría la historia en la entrevista que le ofreció a Oprah Winfrey. "Meghan fue más allá de negar la historia de Kate llorando. Dijo que había sucedido lo contrario [y que luego se disculpó con una nota]. Sin embargo, el palacio fue igualmente inflexible en que sería un grave error comenzar a informar sobre historias personales relacionadas con las diferencias entre los miembros de la familia real", explica Low.

Según explica el libro, desde Buckingham Palace no querían sentar un "precedente" al comentar "chismes personales", pero al no ser la primera vez y dejar de nuevo a la exactriz como la mala de la función, "esto se convirtió en un importante punto de discordia entre Meghan y los asesores de medios".

Ni que decir tiene que desde entonces se ha especulado con la mala relación entre las concuñadas.

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