El portaaviones norteamericano USS Gerald Ford ya surca los mares. El buque, el portaaviones más avanzado de la Marina de los Estados Unidos, zarpó el pasado 3 de octubre desde el puerto de Norfolk (Virginia).

Con las aguas del Océano Atlántico como marco, el sofisticado barco encabezará un grupo de tareas conformado por otras unidades pertenecientes a otros ocho países de la OTAN: Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, los Países Bajos, Suecia y España (con la fragata Álvaro de Bazán).

Se desplegará para demostrar su inigualable letalidad multidominio"

Buques más sencillos, mucho menos sofisticados, dan la bienvenida al USS Gerald R. Ford Carrier Strike Group -ese es su nombre completo- en estos ejercicios de la Alianza Atlántica. El nombre de este portaaviones de propulsión nuclear recuerda a quien fuera presidente de EE UU tras la dimisión de Nixon.

El buque es todo un derroche de tecnología. O como dice el almirante Daryl Caudle, comandante del Comando de Fuerzas de la Flota de EE UU, "se desplegará para demostrar su inigualable letalidad multidominio y de espectro completo en el Atlántico". Y de dinero: ha costado casi 13.000 millones de dólares (un sobrecoste del 30%).

US Navy

La fabricación del Gerald Ford se inició en 2009 y, aunque fue botado en 2013, no fue entregado a la Armada estadounidense hasta mayo del 2017. Lidera la nueva generación de portaaviones norteamericanos de propulsión nuclear. Esta clase Ford, de la que están previstos diez barcos, reemplazará a otros tantos de la Marina de los EE UU.

Con un sobrecoste del 30%, el Gerald Ford ha costado casi 13.000 millones de dólares

El buque tiene una longitud de 333 metros, un ancho de 78 metros y un desplazamiento de 100.000 toneladas. Alcanza una velocidad de más de 30 nudos, unos 56 km/hora. Hablamos de un portaaviones de propulsión nuclear y para ello el USS Gerald Ford dispone de una planta nuclear con dos reactores.

Está equipado con lo último en radares (multifunción de matriz de exploración electrónica activa) que le permite neutralizar un misil lanzado por el enemigo a menos de 2 kilómetros. Además, este barco va armado con una docena de lanzadores RIM-162 ESSM, RIM-116 RAM, Phalanx CIWS y Sea Sparrow Mk 57.

Tan complejo y sofisticado es el nuevo portaaviones nortemericano que la US Navy ha tenido más de un problema en su puesta a punto (han pasado cinco años desde que se entregó). El jefe de Operaciones Navales de la Marina de EE UU, Mike Gilday, ha llegado a decir que era un error que el buque llevara tantas tecnologías nuevas (hasta 23).

Tan sofisticado es que la US Navy ha tenido más de un problema en su puesta a punto

Por ejemplo, en 2020, seguía dando problemas con el funcionamiento de sus elevadores de armas y en 2021 un informe del Departamento de Defensa afirmaba que el buque aún no estaba preparado para el combate, citando problemas continuos con el sistema electromagnético de lanzamiento de aviones (EMALS).

Esa es precisamente una de las grandes novedades del Gerald Ford, el EMALS, que sustituye al sistema habitual de catapulta de vapor. En su puesta a punto estaba diseñado para lograr 4.166 lanzamientos de aeronaves, pero en su lugar sólo logró realizar 181 lanzamientos.

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El EMALS usa un sistema electromagnético para desplazar por un raíl una pieza que engancha el avión. Para aterrizar, cuando el avión toca la cubierta, un cable conectado al dispositivo electromagnético lo engancha y lo frena. Para despegar, el sistema tira del avión hasta el final de la pista y lo lanza.

Esta clase de nuevos portaaviones va a tener su continuidad en otros tres: el John F. Kennedy, el Enterprise y el Doris Miller

Solventados los problemas, se espera que -gracias al EMALS- el Gerald Ford consiga un 25% más lanzamientos de aeronaves por día que, por ejemplo,  el anterior portaaviones el USS Nimitz. Se espera que pueda transportar más helicópteros que otros portaaviones, además de aviones no tripulados (Northrop Grumman X-47B) y armas láser para su defensa.

Esta clase Ford de nuevos portaaviones de propulsión nuclear va a tener su continuidad en tres nuevos barcos que EE UU ya está construyendo: el John F. Kennedy (que debe entregarse en 2024), el Enterprise (para 2027) y el Doris Miller (2032).