Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

La inquina de Junqueras

Junqueras acusa a dirigentes de PSC y de Junts de "generar división y confrontación entre catalanes"
Oriol Junqueras.
Europa Press
Junqueras acusa a dirigentes de PSC y de Junts de "generar división y confrontación entre catalanes"

La decisión de las bases de Junts de abandonar el Govern ha supuesto un auténtico cambio de guion en Cataluña. La ruptura definitiva entre las dos formaciones independentistas cierra por completo la larga etapa del procés y abre otra caracterizada por una oposición dura y sin tregua de Junts contra Pere Aragonès, a quien Laura Borràs ya acusa de ocupar ilegítimamente la presidencia de la Generalitat. De los 74 votos que obtuvo en la investidura, hoy solo le quedan los 33 diputados de ERC, y por eso le exige que se someta a una moción de confianza o convoque elecciones. Pero Aragonès no hará ni lo uno ni lo otro. Está decidido a aguantar en solitario hasta después de las municipales, pescando para su nuevo Govern en sustitución de Junts a exdirigentes del PSC, CDC y los comunes. Se trata de figuras todavía mediáticamente llamativas como Joaquim Nadal, Carles Campuzano o Gemma Ubasart, una operación con la que Esquerra quiere lanzar un mensaje de transversalidad. En paralelo, otra noticia importante es que los republicanos no descartan prorrogar los Presupuestos

Para sacar adelante las cuentas, Aragonès necesita el apoyo del PSC, partido que ha reiterado su disposición a negociarlos. Sin embargo, Oriol Junqueras, que sigue ejerciendo de líder supremo de los republicanos, ha cerrado taxativamente la puerta a esa posibilidad, desdiciendo así las gestiones hechas por el consejero de Economía Jaume Giró, que pertenecía a Junts y que se ha visto obligado a abandonar el Govern. Junqueras no quiere pactar algo tan relevante como los Presupuestos con el PSC porque siente hacia este una inquina rayana en el odio. El veto de Junqueras impedirá su aprobación y forzará la prórroga presupuestaria, anticipando nuevas elecciones catalanas entre las municipales y las generales. El último presidente de la Generalitat que gobernó cuatro años fue José Montilla (2006-2010). Junqueras argumenta que los socialistas se alegraron de su encarcelamiento y siguen hoy aplaudiendo la "represión", lo cual es falso, como también parece olvidar que desde el minuto cero fueron favorables a los indultos.

El último presidente de la Generalitat que gobernó cuatro años fue José Montilla

La inquina de Junqueras hacia los socialistas, acorde con el fanatismo del personaje, responde también a la necesidad de no resucitar el fantasma del tripartito, que a ERC le costó una larga travesía por el desierto. Una cosa es que ERC apoye en el Congreso al Gobierno de Pedro Sánchez, cuyos votos el PSOE tiene siempre que sudar, y otra muy diferente es un escenario de intercambios mutuos con el PSC como protagonista en Cataluña. Las circunstancias son ahora favorables a ese nuevo juego, pero Junqueras se opone con inquina porque teme que su credibilidad independentista, tan cuestionada por Junts, quedaría definitivamente hundida.

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