Barcelona

Las terrazas en calzada con el diseño definitivo escasean en Barcelona

El logotipo del local sobre los bloques de hormigón.
MIQUEL TAVERNA

Las terrazas que, una vez superado lo peor de la pandemia, siguen ocupando calzadas en Barcelona, mantienen todavía muchos de los elementos de provisionalidad con los que nacieron para poder cumplir las normas de distanciamiento social obligadas por el coronavirus. A día de hoy, son muy pocas las que lucen los elementos que se consensuaron entre el Ayuntamiento y los restauradores para intentar dar una uniformidad y una estética identificativas a estos veladores.

A pesar del trabajo hecho entre los empresarios de la hostelería barcelonesa y la administración local, la lentitud en el proceso de homologación de las solicitudes provoca que los bloques de hormigón y pivotes amarillos que separan a los clientes de la circulación rodada sigan siendo los elementos predominantes en el paisaje en calzada, en lugar de los prototipos homologados en su momento.

Estos modelos de terraza los presentó el pasado mes de diciembre el Ayuntamiento, avanzando que la previsión de regularizar las terrazas ampliadas de forma extraordinaria y consolidarlas sería un proceso encaminado a que «puedan pasar a ser definitivas para dar continuidad a la actividad económica que generan y que tengan una estética de calidad y un buen encaje en el paisaje urbano».

La teniente de alcalde de Urbanismo, Janet Sanz, añadía hace pocos días al respecto de esta cuestión que el objetivo municipal sigue siendo que, antes de finales de este año, todos los bloques de hormigón o ‘new jersey’ y pivotes estén fuera del espacio público. Y que su equipo trabaja para que se pueda «consolidar todo lo que sea consolidable», refiriéndose al máximo de veladores. 

A día de hoy, ya se han retirado 1.700 bloques de hormigón y 1.800 pivotes (en total, 3.500 elementos provisionales) y en su lugar, se han generado 1.666 plazas de aparcamiento para motos en calzada y 240 plazas de carga y descarga (CID), según fuentes municipales

Puso como condiciones indispensables a cumplir para poder quedarse definitivamente en calzada no generar ruido que moleste a los residentes o que el espacio público se mantenga accesible para los transeúntes y no se sature. El consistorio permitió que bajaran a la calzada de forma excepcional 1.483 ampliaciones de terrazas de bares y de restaurantes, de un total de 3.618 en toda la ciudad, incluyendo el espacio público de aceras (2.135) y plazas. Estos son los últimos datos oficiales disponibles. 

Además, fuentes municipales han indicado a este diario que a día de hoy, ya se han retirado 1.700 bloques de hormigón y 1.800 pivotes (en total, 3.500 elementos provisionales) y que, en su lugar, se han generado 1.666 plazas de aparcamiento para motos en calzada y 240 plazas de carga y descarga (CID). 

Cascada de denegaciones

El Gremi de Restauració de Barcelona ha aportado cifras con las que aseguran que la tramitación de las solicitudes de consolidación de terrazas de bares y restaurantes solo está un poco por encima de la mitad (el 55% de peticiones, un total de 2.786 hechas a finales de marzo, que era la fecha límite de presentación). De estas, solo se aprobaron 459 y se denegaron 1.075 desde que se comenzaron a analizar a principios del mes de abril. El resto aún están pendientes de resolución. 

Para el Ayuntamiento, consultado por 20minutos.es, "la gran mayoría de denegaciones son ampliaciones de terrazas que ya existían antes de la pandemia". Y detalla que, a menudo, los restauradores necesitan "tiempo" para poder responder a los requerimientos, corregir solicitudes incompletas y aportar la documentación necesaria, lo que contribuye a ralentizar el proceso.

El Gremi afirma que el 99% de las peticiones de Ciutat Vella están siendo rechazadas y 7 de cada 10 en el resto de la capital catalana. Del total de denegaciones, solamente el 6% se han registrado en zonas calificadas ya como saturadas por un uso intensivo del espacio público.

7 de cada 10 peticiones para consolidar terrazas han sido denegadas por el Ayuntamiento de Barcelona

Desde la entidad que aglutina a los hosteleros barceloneses, aseguran que ya están gestionando centenares de recursos contra las denegaciones y apuntan a que el proceso de regularización está siendo un «despropósito». Lo consideran directamente una «denegación masiva» de consolidaciones.

Endurecimiento de las inspecciones a veladores

La tensión que se vive entre negocios y consistorio por las terrazas ha subido de nivel con las declaraciones que hizo hace pocos días el regidor de Ciutat Vella, Jordi Rabassa, que ve urgente revisar el régimen sancionador de la normativa porque, mayoritariamente, no se respetan el número de sillas y de mesas que contempla la licencia, asegura.

Rabassa incluso apuntó a la reincidencia de algunos locales: «Firmo constantemente multas al mismo restaurador. No puede ser que tengamos que poner tantas multas. Eso supone un gasto en recursos humanos para el Ayuntamiento que ya está siendo inasumible», se quejó. El regidor apeló a la responsabilidad de los empresarios para «cuidar las calles y las plazas» y no saturarlas.

Vecinos del Gòtic y del Raval apuntan a que el ruido y la falta de movilidad por algunas calles y plazas ya de por sí estrechas en esta parte del casco antiguo son los principales inconvenientes que han de soportar por el aumento de mesas y sillas. Y dicen que hay puntos en los que esta aglomeración es especialmente notoria y molesta, como sucede en la plaza de Sant Josep Oriol, junto a la plaza del Pi. También indican que en ocasiones son las franquicias las que más se saltan las normas.

El sector y el Gremi también están digiriendo aún otra noticia de impacto para sus negocios: el anuncio del conseller de Salut, Josep Maria Argimon, de que su departamento prepara una ley para declarar á «espacios libres de humo», es decir, donde estará prohibido fumar, terrazas, entradas escolares y marquesinas de transporte público. 

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