Al término del periodo para presentar alegaciones a la Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) de Trafalgar-Ríos Rosas, en Chamberí, que previsiblemente entrará en vigor antes de las próximas Navidades, hay una denuncia que se repite entre las 68 enmiendas formuladas: el horario de cierre de las terrazas. Desde su aprobación y hasta el 14 de marzo, los locales enraizados en zonas consideradas de contaminación acústica alta -como Ponzano, Santa Engracia o plaza de Olavide- tendrán que recoger las mesas antes de las once de la noche. Hora que los dueños de los mismos ven desproporcionada por arbitraria, en base a un análisis que han realizado sobre las 22 ubicaciones afectadas por los límites al ruido.
Como novedad, este lunes el delegado de Medio Ambiente y Movilidad, Borja Carabante, ha anunciado que las restricciones a los veladores de Chamberí se someterán a votación en el pleno de Cibeles de noviembre. La ZPAE ocupará 153,45 hectáreas a través de los barrios de Ríos Rosas, Trafalgar, Almagro, Arapiles y Vallehermoso, donde viven 61.000 madrileños. Y es el resultado de seis meses de mediciones en 22 ubicaciones del distrito, donde se ha determinado como principales focos del ruido: el tráfico rodado y la actividad de ocio, esta última sobre todo de noche, entre las 23.00 horas del jueves y las 7.00 horas del domingo.
La patronal de los hosteleros madrileños, que dice haber tenido acceso a los edificios elegidos, denuncia que en 19 de los 22 "existen aparatos de aire acondicionado que han distorsionado las mediciones realizadas". Este es solo un ejemplo de los muchos que esgrimen en un documento de alegaciones que presentaron al Consistorio a principios de septiembre para denunciar "deficiencias e incongruencias en las mediciones sonoras en las que se basa" la ZPAE.
Considerando que la nueva norma obligará a desmontar 30 minutos antes del horario de cierre- sobre las 22:30- los veladores localizados en los tramos marcados en rojo en el plano, los hosteleros lamentan que los límites al ruido directamente "impedirán el servicio de cenas a las actividades de hotelería". Esto, sumado a la reducción del aforo en las terrazas, "supone un grandísimo problema para todas las familias que dependen directamente del sector hostelero en estas calles", agregan para proponer que se mantenga el horario general de terrazas que exige que los veladores cierren a las 00:00 de octubre a marzo.
Ruidos de perros, alarmas o fiestas en domicilios...
En primer lugar, los hosteleros critican que el estudio municipal que realizó el Ayuntamiento de Madrid para aprobar el 28 de julio la ZPAE, solo tiene en consideración dos focos de ruido, el tráfico rodado y el ocio. No valora, advierten, otras fuentes como pueden ser alarmas, ascensores, ladridos de perro, fiestas en viviendas, etc.
De igual forma, creen que las mediciones ofrecen dudas sobre su "veracidad" al no poder distinguir, a su juicio, qué parte del ruido procede del ocio y cuál viene del tráfico rodado u otras fuentes de ruido anteriormente mencionadas.
También se muestran sorprendidos de que en el Estudio de la ZPAE no se especifiquen los niveles de ruido en cada una de las zonas analizadas "ni lo individualiza por medidor". "Solamente se dice que el nivel de ruido en el indicador nocturno es de 64,4 dBA, con lo cual el estudio no es riguroso y ofrece muchas dudas y realmente poca información sobre los resultados de las mediciones realizadas", abundan al respecto.
Fin de las terrazas en bandas de estacionamiento
El Ayuntamiento también prevé la prohibición de terrazas en bandas de aparcamiento en todos los barrios del distrito de Chamberí afectados por la ZPAE. Previsión que puede suponer la retirada aproximada de 180 terrazas, con independencia de que se encuentren en zonas de alto, bajo o moderado impacto de ruido. Lo que para los hosteleros constituye "un daño sin precedentes al servicio que se presta por el sector de hostelería a los ciudadanos".
"La medida se adopta de manera indiscriminada, sin tener en cuenta la normativa de ordenaciones conjuntas de la Ordenanza de Terrazas que precisamente regula y modula la presencia de terrazas en las zonas para declararlas como saturadas, en caso de que se superen una determinada densidad sobre el espacio disponible para terrazas, y, en ese caso, establecer limitaciones a su instalación en nuevos emplazamientos, reducciones de su tamaño o limitaciones horarias a su funcionamiento", aducen.
Desde Hostelería Madrid, también se muestran contrarios a que el Consistorio establezcan la posibilidad de adoptar reducciones de horario adicionales para terrazas de manera individual, en atención a que exista una sanción firme en el plazo de dos años asociada al funcionamiento de la terraza.
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