La reacción de Ana María Aldón tras el envite de Ortega Cano

Ana María Aldón y José Ortega Cano están en puntos equidistantes. A pesar de que el torero declaraba su amor por la diseñadora en una entrevista con Ana Rosa Quintana, sus deseos son pura utopía. No parece haber marcha atrás en una ruptura que ha sido escalonada debido a los altibajos emocionales de la andaluza. Se cansó de esperar, de la inacción, de los silencios incómodos y las alianzas dañinas. Dijo basta y, aunque ahora la relación es cordial por el bienestar del hijo que tienen en común, hablar de reconciliación es hablar de una fantasía.

A Ana María se le rompió el amor antes que a él, pero los dos son saben que ya no hay nada que hacer: "Haría cualquier cosa por estar con mi mujer, estoy totalmente enamorado de ella", dijo. Palabras que, tal vez llegan a destiempo y que suenan huecas para Aldón. La decisión parece tomada. Ni siquiera habría un acercamiento marital después de que, en pleno directo, el diestro le propusiera ampliar la familia porque su "semen es de fuerza".

Unas palabras que Ana María escuchó y cuyas reacciones fueron grabadas por el programa Fiesta y se podrán ver este miércoles a partir de las cuatro de la tarde en Telecinco. Me cuentan que ha habido llanto desconsolado, rabia, indignación y lágrimas de pena. Lo nunca visto.

Dicen que hará historia. Las confesiones de Ortega se afanan en describirlas como un despropósito y una falta de consideración. Ana María no tiene intención de volver atrás y parece decidida a empezar una vida sin el padre de su hijo. Da pequeños pasos porque aunque parezca muy segura, es una mujer frágil que tampoco pretende hacer más daño del necesario en una ruptura.

Será cuestión de tiempo. La colaboradora de Fiesta se ha asesorado sobre los pasos que debería dar si finalmente llega el divorcio. Hay mucho que arreglar, pero no tiene ganas ni tiempo para enredarse en enfrentamientos. Si hay que resolver y finiquitar, está claro que se hará desde el respeto, la tranquilidad y el cariño.