Ribera 'indulta' el baño en el plan de ahorro de energía pero mantiene la recomendación de no poner el agua a más de 30 ó 35 grados

El Ministerio de Transición Ecológica ha 'indultado' el baño como una modalidad de aseo personal poco eficiente en términos de ahorro de recursos y ha eliminado de la versión final y oficial del plan de contingencia energética la prioridad que hace unas semanas daba a la ducha en un borrador que se remitió a las comunidades para recabar sus aportaciones. En la versión final de las recomendaciones de ahorro a los hogares que ha aprobado este martes el Consejo de Ministros, se ha eliminado toda alusión a la preferencia por el baño o la ducha, aunque sí queda la indicación de cuál es la temperatura máxima del agua que no es necesario superar para tener una experiencia confortable, no más de 30 ó 35 grados.

En su "Plan + Seguridad Energética", el Gobierno ha incluido cuatro listas de recomendaciones y buenas prácticas para la administración pública, las empresas y hogares que no ofrecen ninguna variación con respecto al borrador que recibieron las comunidades hace unas semanas, salvo por lo que respecta al aseo personal.

Entonces, como primer punto relativo al uso del agua caliente en los hogares, Transición Ecológica recomendó "optar por la ducha en vez del baño, reduciendo el tiempo de ducha, ya que ésta consume del orden de cuatro veces menos agua y energía que un baño". En su versión final, este punto ha desaparecido por completo y la recomendación más genérica a los ciudadanos es la de "usar el agua caliente con prudencia". "Es recomendable prestar atención para que nunca se quede el grifo abierto más de la cuenta", dice por toda medida relativa a la cantidad de agua en el aseo diario.

En cuanto a su temperatura, la recomendación es que que "con carácter general (...) entre 30ºC y 35ºC puede ser suficiente", dice el plan de contingencia.

Calefacción

Las 15 recomendaciones para el ahorro energético de los hogares continúan pidiendo que cuando haya que renovar equipos de calefacción o agua caliente los ciudadanos opten por soluciones renovables como bomba de calor, biomasa o energía solar térmica en lugar de por calderas de gas; que utilicen válvulas termostáticas para tener un funcionamiento más eficiente de la calefacción, o que su encendido se ajuste al horario familiar, de modo que no lo esté cuando no haya nadie en casa. Revisar la calefacción cuando toca puede suponer un ahorro del 15%, dice el plan de contingencia, que recomienda ventilar en verano por la noche o las primeras horas del día porque son las más frescas y "unos pocos minutos" en invierno, aprovechando siempre las horas de luz natural.

Transición Ecológica recomienda apagar los electrodomésticos durante ausencias prolongadas como las vacaciones -el frigorífico-congelador es el 30% del consumo total de la vivienda-, no dejarlos en stand-by porque eso también consume y aprovechar las horas de sol en verano para secar la ropa, lo que evitaría utilizar la secadora. 

Sobre la iluminación en casa, y de forma idéntica a lo que recomienda a administraciones públicas y empresas, el plan recomienda cambiar las bombillas incandescentes y halógenas por otras LED, de bajo consumo, y aprovechar al máximo la luz natural en lugar de la luz artificial.

Placas solares

Además de un capítulo con recomendaciones de ahorro de energía para el sector agrícola -entre ellas, promover el mínimo laboreo o siembra directa, promover el riego por goteo y en los invernaderos, riego por recirculación o compartir el uso de maquinaria o mano de obra entre explotaciones-, el plan de contingencia incluye 73 recomendaciones para administraciones, empresas y hogares, que tienen en común el llamamiento para que estudien la posibilidad de instalar placas fotovoltaicas -en cubiertas, tejados  (agrícolas, industriales o empresariales), aparcamientos o marquesinas- y que se informen de las ayudas públicas que existen para ello. También, el cambio de bombillas y halógenos por otras LED y algo tan básico como apagar cuando no se esté dentro, incluida la iluminación exterior en el caso de negocios y oficinas públicas.

Como estaba previsto, el Gobierno central extienden a las oficinas públicas de las comunidades y los ayuntamientos la conveniencia de no poner la calefacción a más de 19 grados y el aire acondicionado, a menos de 27 y también el teletrabajo para los empleados públicos que dictó para la Administración General del Estado. También sobre transportes colectivos o el escalonamiento de las horas de entrada para evitar las horas punta en las áreas metropolitanas de más de 500.000 habitantes.

En el caso de las recomendaciones para las empresas, el Gobierno no dice nada de temperaturas concretas -"comprobar el uso de los espacios calefactados, adaptando la temperatura", se limita a recomendar- ni de teletrabajo para el sector privado. Sí insta a promover el transporte colectivo o colaborativo o la movilidad eléctrica. En este último caso, especialmente a las empresas con flotas.

Las luces deberían estar apagadas en habitaciones donde no haya nadie, los departamentos podrían "parcelarse" para hacer un uso más racional de la iluminación, que para un mejor uso debería limpiarse una vez al año en las oficinas públicas.

Comunidades y ayuntamientos deben presentar antes del 1 de diciembre al Ministerio sus respectivos planes de ahorro y Transición Ecológica pedirá que hagan auditorías energéticas. Propone que en cada edificio público de trabajo se designe un "Responsable Energético" que debería estar pendiente de cuestiones como el aislamiento de puertas y ventanas -"en la medida que la situación sanitaria lo permita"- o algo tan simple como que las luces y ordenadores se queden apagados al final de la jornada.

Decorar con colores cálidos y hacer fotocopias por las dos caras en lugar de una sola y en blanco y negro en lugar de en color son otras recomendaciones que el plan de contingencia incluye para las administraciones públicas.