Kim Kardashian decide que solo hablará con Kanye West a través de sus asistentes

Para Kim Kardashian, lo de Kanye West ya pasa de castaño oscuro. No puede más. Está harta de los comportamientos, las declaraciones y las polémicas que lleva protagonizando su exmarido las últimas semanas que ha decidido cortar por lo sano antes de que le salpiquen también a ella las guerras que ha abierto contra, por ejemplo, el mundo de la moda (donde se le acusó de racista) o contra Mark Zuckerberg.

La fundadora de la marca Skims ha decidido que a partir de ahora ya no hablará con Kanye de manera presencial ni por teléfono. De hecho, si han de debatir los horarios o la custodia de los cuatro hijos que tienen en común (North, de 9 años, Saint, de 6, Chicago, de 4 y Psalm, de 3) lo harán siempre, según explican desde el portal Page Six.

Esto ha tenido dos gotas que han colmado el vaso de la paciencia de Kim Kardashian: por un lado, un exempleado de la revista TMZ ha asegurado que el escándalo antisemita que ha protagonizado Ye en los últimos días no es nuevo, ya que en 2018 aseguró que le gustaba lo que hicieron Hitler y los nazis.

Por el otro, lo que desde las redes sociales se ha considerado como una prueba de la violencia vicaria que está ejerciendo contra ella el rapero: ha sacado a la luz la dirección del colegio al que van sus hijos, exponiéndolos a múltiples peligros, únicamente para obligar a la empresaria e influencer a cambiarlos de centro. En concreto, a su ultrarreligiosa Donda Academy.

"Han tenido un total de cero comunicación estas semanas. Ahora ya se coordinan todo lo referente a los horarios de los niños a través de sus asistentes personales", ha declarado una fuente cercana a Page Six, que habla de que Kim Kardashian sintió "asco" con las camisetas que el artista diseñó para la Semana de la moda de París y que eran una burla del alt-right norteamericano hacia el movimiento 'Black Lives Matter'.

"Kim está muy, muy molesta", agrega el informante, que finaliza asegurando que la más mediática de las Kardashian no puede más con "las teorías conspirativas, la intimidación y la retórica del odio" que pueblan los mensajes de Kanye, así como otra fuente añade que "ahora todos están viendo la verdad, que él fue el culpable del divorcio".

"En el pasado, cuando Kanye daba palos de ciego y lo destruía todo a su paso, era Kim a quien todos llamaban para le ayudase, porque era la única que podía sacarlo de ese oscuro estado mental", continúa, así como que cuando vio que no podía seguir ayudándolo acabó con el matrimonio.