La bronca del presidente de Tayikistán a su aliado Putin: "Queremos ser respetados"

Desde que Putin decidiera invadir Ucrania, posición de Rusia en el panorama internacional se ha ido debilitando hasta el punto de que hasta sus más fieles aliados están empezando a poner en duda su liderazgo.

Prueba de ello es lo ocurrido en el reciente encuentro de la Cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en Astaná (Kazajistán). En ella, Emomali Rahmon, el dictador que dirige Tayikistán desde el año 1994 y que es aliado de Vladimir Putin, aprovechó para elevar el tono ante su homólogo ruso.

"Sí, somos naciones pequeñas, no somos 100 o 200 millones, pero tenemos historia, cultura, amamos, queremos ser respetados", dijo Rahmon ante un Putin que escuchaba con aspecto incómodo.

"No necesitamos nada, sólo ser respetados. ¿Por qué tenemos que rogar (a Rusia que asista) a algún miserable foro en Tayikistán?", dijo. "Le di instrucciones a la Cancillería, incluso hablé con usted para pedirle (a Rusia) que asista al menos a nivel ministerial. No, a nivel de viceministros. ¿Es esto lo que se merece Tayikistán, un socio estratégico?", dijo Rahmon.

"No queremos vuestro dinero, queremos que nos respetéis como nos merecemos. Albergamos vuestras bases militares, hacemos todo lo que nos pedís, tratamos de ser lo que queráis que seamos, 'socios estratégicos'. ¡Pero nunca se nos trata como socios estratégicos! ¡Sin ofender, pero queremos que nos respeten!", exclamó Rahmon.

No es la primera vez que los supuestos aliados y socios de Putin en Asia se vuelven contra él públicamente desde el retroceso de su campaña en Ucrania. En una cumbre en Samarcanda, Uzbekistán, el mes pasado, el primer ministro chino, Xi Xinping, rechazó una cena con Putin, mientras que el primer ministro indio, Narendra Modi, le dijo a Putin frente a los medios que "ahora no es el momento de la guerra".