Tanto las plantas de interior como las de exterior pueden presentar en sus hojas manchas amarillas o, incluso, tener varias hojas al completo de este color tan característico en otoño, una señal de que algo malo le está sucediendo. 

Es cierto que muchas plantas y árboles de hoja caduca, por lo que en estos casos no hay que preocuparse en absoluto, ya que forma parte del ciclo de vida de la planta. Las hojas amarillean y acaban por secarse y caerse, normalmente en otoño, para después volver a renacer en la primavera. 

Sin embargo, si la planta o el árbol es de hoja perenne, hay que prestar atención a algunas consideraciones para detectar cuál es el problema de cuidado de la planta que está afectando a su crecimiento.

Causas de las hojas amarillas en las plantas

Una de las principales causas que provocan el amarillamiento de las plantas es el riego. Tanto regar de más como de menos puede provocar que las hojas se pongan amarillas. De hecho, si se empiezan a poner amarillas, tirando a marrón y se secan, la planta necesita agua urgentemente. En el lado contrario, encharcar la planta y no tener un buen sistema de drenaje puede hacer que las raíces de la planta se pudran y las hojas empiecen a amarillear. 

Por otro lado, la luz es otro de los factores clave a la hora de cuidar una planta. Por ello, un exceso de luz directa en las plantas que son de sombra o semisombra puede hacer que aparezcan manchas amarillas o se sequen o quemen las hojas e, incluso, los tallos de la planta, debilitándola. 

Igualmente, el tipo de sustrato y los nutrientes que tenga son fundamentales para que la planta crezca vigorosa y sana. Así, se deben conocer las necesidades en este sentido del ejemplar en concreto, para poder añadir los fertilizantes o el abono más idóneo para nutrir a la planta.

Por último, si están siguiendo al pie de la letra todos los cuidados que necesita tu planta, pero aun así ves que las hojas se tornan amarillas de un día para otro, puede ser debido a las plagas. Pueden ser hongos o enfermedades propias de las plantas, así como la presencia de insectos que pueden no verse a simple vista.