El viaje de la reina Máxima de Holanda a Tanzania (África) está siendo de lo más comentado. Tras el revuelo que causó al bajarse del avión sin maquillaje y en evidente estado de cansancio, la mujer del rey Guillermo Alejandro acudió a un hospital infantil.
Allí la reina se encontró con varios bebés, pero fue uno en concreto el que le llamó poderosamente la atención desde el principio. Algo que pareció ser mutuo.
Entonces, decidió cogerlo en brazos, pero lo que ocurriría después ni ella ni nadie presente en el lugar se lo esperaban y dejó unas simpáticas imágenes que están siendo muy comentadas.
Ya con el bebé en brazos, este empezó a mostrarse algo incómodo, agarrando la nariz de Máxima e incluso tirándola del pelo. Solo había que ver la cara de la reina, captada por los objetivos de los fotógrafos, ante el momentazo.
Finalmente, al ver que el niño no paraba de llorar, la soberana holandesa se lo devolvió a su madre.
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