ERC, PNV y Bildu renuncian a intentar derribar los Presupuestos y el Gobierno supera el primer escollo para aprobarlos

Se ha apurado el plazo hasta el último momento, pero al final la sangre no ha llegado al río y ERC y EH Bildu han decidido no presentar enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos del Gobierno para 2023. Así lo confirmaron ambas formaciones al filo de las 13.30 horas de este viernes, apenas media hora antes de que terminara el plazo para registrar las iniciativas parlamentarias que hubieran servido para intentar derribar las cuentas apenas iniciada su tramitación. El PNV, por su parte, anunció la misma decisión en rueda de prensa a las 14.00.

La decisión adoptada este viernes llega después de varios días de conversaciones y no supone que el Gobierno ya cuente con los apoyos para sacar adelante los Presupuestos. Lo único a lo que se han comprometido ERC, PNV y EH Bildu, al menos por ahora, es a facilitar la tramitación de las cuentas en el Congreso para poder seguir negociando. Los republicanos catalanes, de hecho, señalan en su comunicado que su decisión busca "generar las condiciones que permitan mantener abiertas las negociaciones que están en marcha, plenamente conscientes del contexto grave de crisis económica y social que tenemos que atender".

En cualquier caso, pese a no ser un paso definitivo, lo cierto es que el Gobierno ha superado un primer escollo importante de cara a aprobar los Presupuestos de la mano de los nacionalistas e independentistas, como ya hizo en 2020 y 2021. ERC, PNV y EH Bildu, sin embargo, insisten en que el Ejecutivo debe "ganarse" sus votos, en palabras de los abertzale, que abren incluso la puerta a votar contra los Presupuestos en su primer examen parlamentario la semana que viene: la decisión de este viernes, aseguran, "no determina la posición final en las votaciones que se producirán el próximo jueves en el Congreso". 

"El Gobierno no debe dar por hecho ningún escenario, todas las opciones siguen hoy abiertas", espeta EH Bildu, mientras ERC insiste en que todavía está "muy lejos de poder aprobar las cuentas". "Es imprescindible que todos los actores contribuyan a generar las condiciones de confianza necesarias para mantener vivas las negociaciones en marcha, con el objetivo de poder llegar a acuerdos", señalan los republicanos, que insisten en que "los Presupuestos tienen un amplio margen de mejora, y deben ir acompañados de medidas estructurales exigentes en materia de vivienda, cambio de modelo energético, una adecuada financiación autonómica y local y reformas fiscales para paliar la situación de emergencia social".

Resulta llamativo, sin embargo, que ERC no diga una sola palabra en su comunicado sobre el que promete ser uno de los obstáculos principales en las conversaciones: la reforma del delito de sedición, que piden los republicanos pero a la que el Gobierno se opone en este momento. ERC se limita a reclamar "el cumplimiento de las inversiones en infraestructuras en Cataluña, cuya ejecución ha sido manifiestamente insuficiente", y califica de "imprescindible" que se establezcan "mecanismos de cumplimiento de las inversiones presupuestadas".

El PNV, por su parte, se mostró satisfecho porque, precisamente, aseguró que ha conseguido que el Gobierno desbloquee algunas inversiones presupuestadas en Euskadi. Así lo afirmó su portavoz en el Congreso, Aitor Esteban, que explicó además que el PNV ha alcanzado un acuerdo con el Ejecutivo para "renovar la ley quinquenal de cupo" y para negociar más transferencias de competencias estatales al País Vasco. Sobre este último punto, Esteban no ofreció más detalles, pero se mostró "moderadamente optimista" con respecto a la posibilidad de que estas transferencias finalmente se aprueben.

EH Bildu evitó ofrecer detalles sobre sus reivindicaciones para aprobar los Presupuestos, que entre otras cosas se centran en conseguir que medidas como los impuestos a las grandes fortunas o el transporte ferroviario gratuito se conviertan en permanentes. Los abertzale, señalan ellos mismos, están "planteando medidas que respondan a las necesidades sociales y económicas que la ciudadanía vasca comparte y traslada", y aunque "en estos momentos las conversaciones y negociaciones que se están produciendo con el Gobierno avanzan", "EH Bildu no tiene ningún compromiso ni responsabilidad" con el Ejecutivo y no tiene decidido si dará luz verde a las cuentas.